La optimización y la radioterapia externa

» ¿Qué grado de exactitud debe observarse en las prácticas clínicas seguras en el ámbito de la radioterapia externa?

El nivel de exactitud debe ser muy alto.

Dentro de márgenes admisibles de buenas prácticas y funcionamiento de los equipos, las dosis absorbidas prescritas deben administrarse al volumen blanco de planificación con la calidad del haz indicada, al tiempo que se reducen al mínimo las dosis de radiación que reciben los demás órganos y tejidos. En la práctica, ello significa que debe procurarse lograr niveles de exactitud muy altos en todas las etapas del protocolo de tratamiento con radioterapia externa.

Al analizar el porcentaje de cambio que se presenta como respuesta a un tratamiento de control tumoral o el daño que se produce en los tejidos sanos como resultado de una variación del 1 % de la dosis (gradiente dosis-respuesta normalizado), las cifras son inciertas y dependen de que se esté haciendo un seguimiento de la ubicación del tumor o las reacciones que presenta el tejido sano. Se ha informado de que si la dosis de radiación disminuye un 1 %, la probabilidad de control tumoral disminuye entre el 0,5 % y el 5,0 %, y la probabilidad de que se presenten complicaciones en el tejido sano disminuye entre el 2 % y el 3 %.

Por consiguiente, una desviación de tan solo un pequeño porcentaje de la dosis absorbida prescrita podría dar como resultado una menor probabilidad de control tumoral o una mayor probabilidad de que se presenten complicaciones en el tejido sano. Habida cuenta de que el protocolo del tratamiento con radioterapia externa consta de varias etapas, cada una debe ejecutarse con la mayor exactitud posible.

Si desea obtener información complementaria, sírvase consultar:

  • BRAHME, A., CHAVAUDRA, J., LANDBERG, T., McCULLOUGH, E.C., NüSSLIN, F., RAWLINSON, J.A., SVENSSON, G., SVENSSON, H., Accuracy Requirements and Quality Assurance of External Beam Therapy with Photons and Electrons, Acta. Oncol. Suppl. 1 (1988). 
  • MIJNHEER, B.J., The clinical basis for dosimetric accuracy in radiotherapy, In: Radiation Incidents. Br. J. Radiol. (1996) 16-20. 
  • DISCHE, S., SAUNDERS, M.I., WILLIAMS, C., HOPKINS, A., AIRD, E., Precision in reporting the dose given in a course of radiotherapy. Radiother. Oncol. 29 (1993) 287-293. 

» ¿De qué manera puede optimizarse sin riesgos el volumen de tejido al que se le aplicará radioterapia externa con fines curativos?

Definiendo, cuantificando, reduciendo y teniendo en cuenta toda la variabilidad geométrica que podría presentarse durante las etapas del protocolo de tratamiento.

Si se determina la probabilidad de que cierto volumen de tejido contenga células tumorales y se toma la decisión de tratar de curar al paciente por medio de radioterapia, el volumen blanco debe optimizarse. El proceso de optimización es fundamental para que el tratamiento pueda ser eficaz y se debe asegurar que en todo momento haya una alta probabilidad de que el volumen blanco de tejido se encuentre dentro del volumen al que se le administrará la elevada dosis absorbida prescrita (volumen tratado), al tiempo que se evita, en la medida de lo posible, que los órganos sanos circundantes reciban dosis considerablemente altas (volumen irradiado).

En el proceso de optimización de la radioterapia externa se debe tener en cuenta durante todas las etapas del protocolo de tratamiento la variabilidad geométrica por lo que respecta a la localización del blanco y los órganos que están en riesgo de irradiación, para lo cual debe definirse un volumen blanco de planificación y uno o varios volúmenes de planificación para el órgano de riesgo. La variabilidad geométrica durante todas las etapas del protocolo de tratamiento (por ejemplo, debida al movimiento de los órganos y las distintas posiciones en las que se coloca a los pacientes) determina el tamaño del margen que debe dejarse en torno al volumen de tejido al que se le aplicará una dosis de radiación alta. Es necesario reconocer y cuantificar esa variabilidad para definir un margen exacto y seguro.

La radioterapia conformada moderna no solo debe tener por objeto armonizar el volumen que recibirá el tratamiento y el volumen blanco de planificación, es decir, aumentar la capacidad de modelaje de la isodosis en cuanto a la planificación y la ejecución del tratamiento, sino también armonizar el volumen blanco de planificación y el volumen blanco clínico, es decir, reducir la variabilidad geométrica en todas las etapas del protocolo de tratamiento, y armonizar el volumen blanco clínico y el volumen tumoral macroscópico, es decir, mejorar las técnicas clínicas de observación de las células tumorales. Una vez que los elementos que determinan la variabilidad se conocen y se reducen al mínimo, es preciso aunarlos para definir un margen general con el fin de asegurar que las células tumorales se encontrarán dentro del volumen que recibirá el tratamiento.

» ¿Cómo debe abordarse el control de la calidad en el ámbito de la radioterapia externa?

Analizando y siguiendo las directrices locales, nacionales e internacionales pertinentes en materia de control de la calidad.

Según la Organización Internacional de Normalización (ISO), el control de la calidad es el proceso normativo mediante el cual los resultados de la calidad reales se cuantifican, se comparan con las pautas vigentes y, por último, se adoptan las medidas necesarias para mantener la conformidad con la norma, o para restablecerla. Debe hacerse hincapié en que, además de controlar el funcionamiento del equipo de radioterapia, es fundamental controlar el funcionamiento de los procesos de radioterapia.

Podría existir una normativa nacional en la que se dispongan los valores que deben someterse a control, la manera en que debe hacerse y la periodicidad. Además, podrían existir recomendaciones formuladas por organizaciones de profesionales y organismos internacionales o reglamentos de hospitales locales. Debe averiguar qué disposiciones rigen para su hospital y su país.

Deben efectuarse pruebas de aceptación y procedimientos de puesta en servicio exhaustivos antes de que un aparato nuevo comience a utilizarse con pacientes. Posteriormente, deben aplicarse técnicas de control de la calidad con el fin de asegurar que los valores pertinentes de los aparatos se ajusten a los resultados de las pruebas de aceptación y las cuantificaciones hechas durante la puesta en servicio. El OIEA elabora directrices y recomendaciones para diseñar programas nacionales de dosimetría para radioterapia, y relativas a los aspectos físicos y técnicos del control de la calidad en el ámbito de la radioterapia. En general, el control de la calidad debe observarse en todas las etapas de los procesos de radioterapia para mantener la confianza en la calidad constante de los tratamientos que se administran a los pacientes. Además, es importante consignar adecuadamente los resultados de todas las pruebas.

Si desea obtener información complementaria, sírvase consultar:

» ¿Un valor de 1 gray cuantificado en mi hospital equivale a 1 gray medido en otros hospitales?

Esto puede conseguirse si la dosis absorbida se mide con arreglo a un protocolo definido en un marco nacional o internacional.

Para poder asegurar que la dosis absorbida es equivalente en distintos hospitales y, por consiguiente, que los establecimientos pueden intercambiar experiencia y datos científicos relativos a las dosis y las reacciones, los expertos en física especialistas en oncología radioterápica deben calcular la dosis absorbida con arreglo a los protocolos definidos. Aunque en algunos países se cuenta con protocolos nacionales, en otros se siguen protocolos internacionales, como el código de prácticas del OIEA.

El equipo utilizado para determinar las dosis (por ejemplo, las cámaras de ionización y los electrómetros) debe calibrarse periódicamente de tal manera que la calibración pueda investigarse hasta el origen en un laboratorio primario de calibración dosimétrica por medio de un laboratorio secundario de calibración dosimétrica, por ejemplo, la Red OIEA/OMS de Laboratorios Secundarios de Calibración Dosimétrica. Dado que en esos laboratorios se contrastan los resultados, un valor de 1 gray (Gy) cuantificado en un establecimiento será muy parecido a 1 Gy medido en otro centro. Las autoridades de reglamentación deberían definir, cuando proceda, la frecuencia con la que los aparatos deben calibrarse.

Las auditorías de la calidad de las dosis y los programas de seguimiento son instrumentos potentes para garantizar una uniformidad ininterrumpida en el proceso de determinación de las dosis. El OIEA y la OMS llevan a cabo auditorías independientes de la calidad de las dosis de radiación que se administran en hospitales de radioterapia.

Si desea obtener información complementaria, sírvase consultar:

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