La protección radiológica de las embarazadas en la radioterapia

» ¿Puede administrarse radioterapia a una embarazada?

Sí, pero hay una serie de elementos importantes que deben tomarse en consideración. Según la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), los aspectos esenciales que deben tenerse en cuenta son:

  • el estadio e invasividad del tumor;
  • la ubicación del tumor;
  • la posibilidad de que los cambios hormonales propios del embarazo influyan en el tumor;
  • los distintos tipos de tratamiento y su duración, su eficacia y sus complicaciones;
  • las consecuencias de postergar el tratamiento;
  • los efectos que cabe esperar que la enfermedad de la madre tenga sobre el feto;
  • la edad gestacional;
  • la valoración y el monitoreo fetales;
  • la fecha y la vía por la que el bebé podría extraerse de manera segura;
  • si la gestación debería finalizarse, y
  • las cuestiones jurídicas, éticas y morales.

Si desea obtener información complementaria, sírvase consultar:

» Una embarazada tiene cáncer y es necesario aplicarle radioterapia. ¿Cómo puede disminuirse la dosis de radiación que recibirá el feto?

Las dosis que reciben los fetos pueden reducirse si se atienden las recomendaciones documentadas de los expertos a ese respecto.

El primer aspecto que debe tenerse en cuenta es si el tratamiento puede diferirse hasta que la edad gestacional del feto sea mayor. Si se decide que es necesario someter a la paciente a radioterapia, es fundamental que antes de aplicar el tratamiento se calcule la dosis de radiación que recibirá el feto. En los casos en los que se utiliza radioterapia externa para tratar tumores que se encuentran a determinada distancia del feto, la distancia que hay entre el producto y el borde del campo de radiación es una variable esencial para determinar la dosis que recibirá el feto. La American Association of Physicists in Medicine (AAPM) recomienda que se tomen en cuenta los puntos que se enuncian a continuación:

  • Todos los planes de tratamiento deben diseñarse como si la paciente no estuviera embarazada. En caso de que haya poca distancia entre el feto y el haz del aparato, no deben tomarse radiografías de localización con el colimador abierto y sin los bloques.
  • Debe pensarse en la posibilidad de hacer cambios al plan de tratamiento con el fin de reducir la dosis de radiación que recibirá el feto (por ejemplo, modificar el tamaño de campo o la energía de radiación). De ser posible, deben utilizarse valores de energía fotónica menores a 25 MV.
  • Las dosis de radiación que recibirá el feto deben calcularse por medio de valores cuantificados en maniquíes. Se puede hacer un blindaje con un espesor de semirreducción de plomo de 4 a 5 cm.
  • El plan de tratamiento debe consignarse y examinarse con el personal que participe en la preparación del paciente. Debe dejarse constancia de que se utilizó blindaje (por ejemplo, por medio de una fotografía). 
  • Deben comprobarse las características de la mesa de tratamiento por lo que respecta al peso y la carga que puede resistir, y los aspectos relativos a la colocación del blindaje.
  • Debe hacerse acto de presencia durante la primera sesión de tratamiento para asegurarse de que el blindaje se utiliza de manera correcta.
  • Debe controlarse la talla y el crecimiento del feto durante todo el tratamiento y, de ser necesario, deben volver a valorarse las dosis de radiación que recibe el feto.
  • Tras finalizar el tratamiento debe consignarse la dosis total, incluido el intervalo de dosis de radiación que recibió el feto durante el tratamiento. 
  • Debe estudiarse la posibilidad de remitir al paciente a otro establecimiento en caso de que no se disponga del equipo y el personal para calcular y reducir las dosis de radiación que reciben los fetos. 

Si desea obtener información complementaria, sírvase consultar:

  • STOVALL, M., BLACKWELL, C.R., CUNDIFF, J., NOVACK, D.H., PALTA, J.R., WAGNER, L.K., WEBSTER, E.W., SHALEK, R.J., Fetal dose from radiotherapy with photon beams: Report of AAPM Radiation Therapy Committee Task Group No. 36, Med. Phys. 22 1 (1995) 63-82.

» A una paciente se le diagnosticó un carcinoma cervicouterino y comenzó radioterapia. Lamentablemente, se encuentra en el primer trimestre del embarazo. ¿Qué ocurrirá con la gestación?

Lamentablemente, es muy posible que la gestación finalice.

El cáncer cervicouterino es el tumor maligno más frecuente asociado con el embarazo. Aproximadamente, uno de cada 1250 a 2200 embarazos se complica debido al cáncer cervicouterino. Sin embargo, la tasa de incidencia varía considerablemente de un país a otro. Por lo general, el cáncer cervicouterino se trata con cirugía y radioterapia (radioterapia externa y braquiterapia); debido a la magnitud de las dosis que se absorben en ambos tipos de radioterapia, las gestaciones finalizan. En caso de que el tumor sea infiltrante y se diagnostique en los últimos meses del embarazo, podría optarse por postergar el tratamiento hasta que el bebé pueda extraerse por medio de un parto sin riesgo. Independientemente de las medidas de protección que se adopten, la radioterapia que se aplica sobre la pelvis de una embarazada casi siempre tiene consecuencias graves para el feto, por lo general su muerte.

» ¿Cuánto tiempo debe esperar una paciente a la que se le administró radioterapia para tratar un cáncer de mama antes de que pueda pensar en la posibilidad de embarazarse?

El tiempo de espera puede llegar a ser considerable y debe consultarse con el radioncólogo.

La mayoría de los radioncólogos recomiendan a sus pacientes que no se embaracen hasta que hayan transcurrido entre 1 y 2 años después de concluir la radioterapia. Ello no se debe a que los posibles efectos de la radiación susciten preocupación, sino a que debe tenerse en cuenta el riesgo de que el tumor recidive y sea necesario administrar nuevos tratamientos radiológicos, quirúrgicos o quimioterápicos.

» Una paciente acaba de concluir su cuarta semana de radioterapia centrada en la región cervical para tratar un linfoma no hodgkiniano. Al cabo de un mes, se embarazó. ¿Cuáles son los efectos que podrían producirse en el feto?

Es poco probable que se produzca algún efecto.

La exposición a la radiación tuvo lugar antes de la concepción, por lo que todos los efectos sobre el hijo pueden clasificarse como efectos genéticos. No hay datos procedentes de estudios efectuados en seres humanos que demuestren que la radiación produce efectos genéticos estadísticamente significativos en ningún grupo demográfico, ni siquiera en el caso de los japoneses que sobrevivieron a las bombas atómicas. Todos los cálculos relativos al riesgo genético secundario a radiación proceden de estudios efectuados en roedores, en los que se demostró que los machos son mucho más radiosensibles que las hembras. Sin embargo, no es sencillo extrapolar esos datos a los seres humanos.

El riesgo de que la radiación produzca algún efecto sobre los fetos es muy bajo. La Organización Mundial de la Salud calcula que la incidencia mundial de enfermedades hereditarias (que abarcan desde enfermedades graves hasta estados clínicos tan banales como una discreta marca de nacimiento) es de aproximadamente el 10 %. Si, por desgracia, un niño llegara a nacer con alguna alteración genética, es sumamente improbable que ello guarde relación con una exposición previa a la radiación.

» ¿Qué riesgo supone para un feto que un hombre al que se le colocó una cápsula radiactiva en la próstata para tratar un cáncer se acerque a una embarazada?

No hay riesgo alguno.

Para llevar a cabo un tratamiento de braquiterapia prostática pueden implantarse de manera permanente semillas radiactivas de 103Pd o 125I y, posteriormente, se dará de alta al paciente con las semillas implantadas. Gracias al corto alcance de las emisiones de esos radionucleidos los pacientes pueden recibir el alta y no suponen riesgo alguno para las familiares embarazadas. Los pacientes que reciben braquiterapia para tratar otras enfermedades permanecen ingresados en un hospital hasta que las fuentes radiactivas se extraen. Aunque a veces esos pacientes pueden ser una fuente de radiación para las familiares embarazadas, la dosis que pueden transmitirle al feto es muy baja, independientemente del tipo de braquiterapia.

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