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La ciencia nuclear como medio para combatir el hambre

Rafael Mariano Grossi

“Nuestra iniciativa Atoms4Food reúne los conocimientos acumulados durante décadas de experiencia, en las que venimos ayudando a los países a sacar el máximo partido de sus suelos, cultivos y litorales para alimentar a unas poblaciones en alza”.

Rafael Mariano Grossi, IAEA Director General

 

 

Tenemos que cultivar más alimentos y mejor. Necesitamos que los alimentos sean más nutritivos, que crezcan en lugares más difíciles, que sean más resistentes a los fenómenos meteorológicos extremos y que sean más seguros para el consumo humano.

Hay millones de personas, en todo el mundo, que se acuestan con hambre. Desde 2020, el número de personas que se enfrentan a grandes niveles de inseguridad alimentaria se ha duplicado con creces. Las condiciones climáticas extremas amenazan con arruinar más cosechas, con lo que satisfacer la creciente demanda mundial resultará aún más difícil.

Tenemos los medios para cambiar esta situación. La ciencia nuclear es uno de ellos, pues nos ayuda a desarrollar cultivos más fuertes, sanos, seguros y nutritivos.

El OIEA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a través del Centro Conjunto FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura, están desarrollando esos medios y trabajando para que quienes más los necesitan aprendan a aplicarlos.

Nuestra iniciativa Atoms4Food reúne los conocimientos acumulados durante décadas de experiencia, en las que venimos ayudando a los países a sacar el máximo partido de sus suelos, cultivos y litorales para alimentar a unas poblaciones en alza.

Atoms4Food se puso en marcha en 2023, con el objetivo de ayudar a los países a impulsar la seguridad alimentaria y hacer frente al hambre. Ofrece a los países soluciones a medida para aumentar su productividad agrícola, reducir la pérdida de alimentos, garantizar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y adaptarse al cambio climático.

La ciencia nuclear es la base sobre la que se asienta Atoms4Food. Aporta un nivel de precisión, exactitud y previsibilidad inusitado en el mundo de la producción de alimentos, donde el amplio número de variables imprevisibles —como las semillas, las condiciones meteorológicas y el suelo— puede entorpecer la consecución de resultados fiables.

La irradiación nuclear está sirviendo para inducir mutaciones naturales en las plantas y descubrir así nuevas variedades capaces de soportar precipitaciones irregulares, suelos más salinos o insectos más invasores. Es más, el OIEA y la FAO enviaron semillas al espacio para ayudar a nuestros científicos en la Tierra a conocer mejor la mutación de las plantas.

La hidrología isotópica se está utilizando para rastrear el movimiento del agua y los fertilizantes por el suelo hasta llegar a una planta, y descubrir así cómo los agricultores podrían favorecer de la manera más eficaz el crecimiento de determinados cultivos. Las técnicas nucleares, como las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa, sirven para monitorizar las enfermedades animales, gracias a lo cual es posible detectar brotes antes de que estos aparezcan, y la irradiación se emplea para eliminar plagas de insectos, como la mosca de la fruta, sin tener que recurrir a productos químicos. Métodos como la técnica de análisis mediante dilución de deuterio mejoran la salud humana, en la medida en que revelan valores relacionados con la nutrición humana, y los radiotrazadores, por otra parte, sirven para comprobar si los alimentos están contaminados.

Tal y como nos muestran los artículos del presente número del Boletín, numerosas comunidades de todo el mundo ya se están sirviendo de estos planteamientos innovadores y muchas más quieren utilizarlos. Los países nos envían a sus científicos para que los capacitemos, y nosotros los devolvemos dotados de los conocimientos y competencias necesarios para aplicar las técnicas a escala local y transmitir esos conocimientos y competencias a los agricultores y otros productores de alimentos.

Para aplicar estos métodos precisos los agricultores no necesitan un grado universitario en Física. El OIEA y la FAO, así como nuestros asociados nacionales de todo el mundo, tienen experiencia en la transferencia de estas tecnologías innovadoras del laboratorio al campo y del campo a la mesa.

Desde hace décadas, niños de Bangladesh, Kenya, el Perú y decenas de otros países van a la escuela y a la cama mejor alimentados gracias a la ciencia nuclear, que ha innovado los métodos con que se producen alimentos en sus respectivos países.

Juntos, y sirviéndonos de Atoms4Food, podemos ampliar aún más el alcance de estas innovaciones, poniendo a disposición de encargados de formular políticas, científicos y productores de alimentos de todo el mundo las mejores herramientas que la ciencia puede ofrecer para garantizar la necesidad más fundamental de la vida: suficientes alimentos fiables, nutritivos y seguros.

09/2024
Vol. 65-2

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