Sostenibilidad para la planificación energética

La planificación energética tiene por objeto asegurar que en las decisiones relativas a la oferta y la demanda de energía participen todas las partes interesadas, se tomen en consideración todas las opciones de oferta y demanda posibles y se mantenga la coherencia con los objetivos de desarrollo sostenible nacionales generales.

El concepto de desarrollo sostenible engloba tres pilares que dependen unos de otros y se refuerzan mutuamente: desarrollo social, desarrollo económico y protección ambiental, unidos entre sí mediante instituciones de gobierno eficaces. En función de la dotación de recursos autóctonos de un país, su etapa de desarrollo de infraestructuras y sus objetivos de desarrollo sostenible, los análisis de los sistemas energéticos pueden o no permitir llegar a la conclusión de que la energía nuclear forma parte de la canasta energética futura de un país.

A fin de promover el uso seguro de la energía nucleoeléctrica, el OIEA apoya en todo el mundo los programas nucleares ya existentes y los nuevos, cataliza la innovación y crea capacidad autóctona en materia de planificación energética, análisis, e información y conocimientos nucleares. El OIEA también trabaja para crear más conciencia a escala mundial de la función de la energía nucleoeléctrica en relación con el cambio climático, en particular tratando de que se reconozca adecuadamente el papel que la energía nucleoeléctrica puede desempeñar y desempeña para ayudar a los países a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

El OIEA proporciona servicios integrados a sus Estados Miembros en relación con la energía nucleoeléctrica y el ciclo del combustible nuclear, entre lo que se incluye:

• ayudar a los Estados Miembros a tomar decisiones con conocimiento de causa sobre las opciones de suministro de energía con la ayuda de la planificación energética, de manera que puedan diseñar su futuro nacional en materia de energía de manera independiente;
• prestar asistencia a los Estados Miembros en la construcción de la infraestructura institucional y técnica necesaria para el despliegue inicial de la energía nucleoeléctrica; y
• prestar asistencia a los Estados Miembros para evaluar los sistemas de energía nuclear propuestos holísticamente desde una perspectiva estratégica a largo plazo, teniendo en cuenta factores ligados a la economía, la infraestructura, la gestión de desechos, la resistencia a la proliferación, la protección física, el medio ambiente y la seguridad.