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Un estudio del OIEA confirma la eficacia de combinar la radiación externa y la braquiterapia de alta tasa de dosis para tratar el cáncer cervicouterino

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La braquiterapia es un tipo de radioterapia de implantación que consiste en colocar una fuente radiactiva cerca del tumor que administra una dosis elevada de radiación en la zona afectada, mientras que los tejidos circundantes reciben una dosis mínima. Suele utilizarse de forma aislada o en combinación con radioterapia externa. (Fotografía: D. Calma/OIEA)

Un ensayo clínico llevado a cabo durante cinco años en siete países de ingresos medianos y bajos ha confirmado la seguridad y la eficacia de combinar dosis altas de radioterapia de implantación (braquiterapia) con radioterapia pélvica externa en el tratamiento del cáncer cervicouterino.

Las conclusiones del estudio del OIEA se presentaron en el pleno de la 59ª Reunión Anual de la Sociedad Americana de Radioncología (ASTRO).

Según afirma May Abdel-Wahab, coautora del estudio y Directora de la División de Salud Humana del OIEA, el cáncer cervicouterino es una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres del mundo en desarrollo.

“El 80 % de los enfermos de cáncer viven en países con ingresos bajos o medianos. Es fundamental disponer de datos que podamos aplicar a ese contexto mundial.”

En total 601 personas de la India, el Perú, Sudáfrica, el Brasil, el Pakistán, Marruecos y Macedonia con cáncer cervicouterino localmente avanzado participaron en el estudio, realizado entre septiembre de 2005 y mayo de 2010. 

“Este ensayo demuestra que combinar la radioterapia pélvica con cuatro partes de braquiterapia de alta tasa de dosis de 7 gray (Gy) es eficaz y seguro en el caso del cáncer cervicouterino localmente avanzado”, prosigue May Abdel-Wahab.

Esas personas recibieron dosis de radioterapia pélvica externa y siguieron, de forma aleatoria, uno de los dos programas de braquiterapia siguientes: la mitad de ellas recibió cuatro aplicaciones de 7 gray (Gy) cada una (4 partes x 7 Gy) y la otra, dos aplicaciones de 9 Gy cada una (2 partes x 9 Gy). Además, la mitad de las pacientes en ambos grupos recibieron quimioterapia y la otra mitad, no.   

Los resultados indicaron que el control del tumor era bastante mayor en el grupo sometido a la radioterapia externa y a la braquiterapia de alta tasa de dosis (4 partes x 7 Gy), siendo de un 88 % el control local sin quimioterapia y de un 89 % con quimioterapia. La tasa de control en las pacientes sometidas a radioterapia externa y a braquiterapia de alta tasa de dosis (2 partes x 9 Gy) fue de un 78 % sin quimioterapia y de un 75 % en el caso de recibir también quimioterapia.

Los efectos de la quimioterapia no influyeron en el tiempo total de supervivencia, el tiempo de supervivencia en caso de cáncer o el control de tumores del cuello uterino y zonas circundantes.

“La conclusión de que la quimioterapia no influyó de manera significativa en el tiempo de supervivencia o el control del tumor en este contexto parece diferir de los resultados de un metanálisis, titulado Chemoradiotherapy for Cervical Cancer Meta-Analysis Collaboration, en el que se halló un 6 % de diferencias en el control local por efecto de la quimioterapia”, explica May Abdel-Wahab. “No obstante, hay que señalar que el objeto de nuestro estudio no era encontrar diferencias en el control local inferiores al 10 %. Es decir, que los resultados de ambos estudios no son incompatibles.”

El estudio ha servido de orientación a los equipos clínicos que tratan a mujeres con cáncer cervicouterino y ha demostrado la viabilidad de llevar a cabo ensayos clínicos a nivel mundial, entre otros en países que tienen más dificultades para acceder a la investigación.

“El ensayo ofrece a los médicos orientaciones basadas en datos de un estudio aleatorio a gran escala acerca de los resultados a los que atenerse al aplicar un tratamiento de dos partes de 9 Gy en contextos de recursos limitados”, explica May Abdel-Wahab.

BASE CIENTÍFICA

La braquiterapia es un tipo de radioterapia de implantación en que la fuente radiactiva se coloca cerca del tumor, ya sea junto a él o en su interior. Con este procedimiento se administra una dosis elevada de radiación en la zona afectada, mientras que los tejidos circundantes reciben una dosis mínima. Suele utilizarse de forma aislada o en combinación con radioterapia externa en casos de cáncer ginecológico, de próstata, de mama, de piel, sarcoma de partes blandas y tumores de cabeza y cuello.

Si la braquiterapia es de baja tasa de dosis (LDR), utilizará, entre otras, fuentes de cesio e iridio. Consiste en colocar en la cavidad o dentro del tumor un 'aplicador' con la fuente. El paciente, que estará en una sala apantallada, permanecerá aislado hasta que se le retire la fuente (de 12 a 24 horas, normalmente). Este procedimiento suele precisar hospitalización. También puede administrarse con altas tasas de dosis (HDR), en las que el aplicador tendrá fuentes en miniatura de cobalto 60 o iridio 192 de actividad alta, lo que permite que la tasa de dosis supere los 12 grays por hora y que se acorte así la duración del tratamiento. Eso hace que la HDR pueda administrarse como tratamiento ambulatorio.

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