En una investigación llevada a cabo con apoyo del OIEA en 1974, una Asistente de Investigación del Departamento de Zoología del Colegio Universitario de Nairobi (Kenya) analizó proteínas con un densitómetro, para investigar de qué manera influían las características de la sangre presente en el intestino y las glándulas salivares de los insectos en el crecimiento del parásito que produce la enfermedad del sueño. (Fotografía: Dependencia de Archivos del OIEA/E0054-018)
Desde sus inicios en 1957, el OIEA ha hecho todo lo posible por apoyar a las científicas y por fomentar su acceso a puestos de responsabilidad. A través de su programa de cooperación técnica, el Organismo ha financiado unas 55 000 becas en una gran variedad de disciplinas que van de la ingeniería nuclear a la radioquímica. Los programas de becas fortalecen las capacidades de las instituciones nucleares nacionales porque fomentan competencias de jóvenes profesionales que, una vez finalizado el programa, regresan a sus países de origen. A lo largo de los años, cerca del 23 % de los becarios han sido mujeres. En 1959, la tailandesa Salag Dhababandana y la mexicana María Elena Fucugauchi de Santiago fueron las primeras mujeres en ser becarias del Organismo.
El OIEA está decidido a aumentar la proporción de becarias y alcanzar la paridad. “Estamos empeñados en aumentar el número de becarias. Para ello, contamos con el apoyo de los Estados Miembros que proponen becarios para que participen en nuestros programas”, dice Martin Krause, Director en el Departamento de Cooperación Técnica del OIEA. “Juntos podemos lograr cambios”.
Históricamente, el campo de estudio más común de las mujeres que participan en programas de becas del OIEA ha sido el de las aplicaciones de los isótopos y de la radiación en la alimentación y la agricultura; entre 1959 y 2017, el 25 % de las participantes habían estudiado carreras en esos ámbitos. En segunda posición se encuentran la medicina radiológica y la salud humana, seguidos de la seguridad radiológica y la seguridad nuclear.
La primera mujer que el OIEA contrató como experta fue la argentina Sonia Nassif, quien en 1961 capacitó a un grupo de jóvenes científicos en el uso de técnicas radioisotópicas. Desde entonces, el OIEA ha contratado a mujeres para que se desempeñen como conferencistas y expertas en los programas de cooperación técnica. Entre ellas se encuentra Rosalyn Sussman Yalow, galardonada junto con otros científicos con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 1977 por sus descubrimientos sobre la técnica de radioinmunoensayo. En 1971 la Sra. Yalow participó en actividades del Organismo: prestó apoyo en una misión sobre la aplicación médica de los radioisótopos.