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Un curso del OIEA crea capacidad para gestionar incidentes y emergencias nucleares o radiológicos
Joanne Liou
El personal actuante en caso de incidentes y emergencias nucleares o radiológicos desempeña un papel fundamental en la protección de las personas y el medio ambiente. Para poder llevar a cabo su labor de manera eficaz, estos actuantes deben saber qué medidas tomar y cuándo hacerlo. Ahí es donde entran en juego la capacitación y la preparación, una esfera de trabajo a la que presta apoyo la Iniciativa sobre los Usos Pacíficos (PUI) del OIEA.
“Pese a las precauciones tomadas al diseñar y explotar las instalaciones nucleares, y por más que haya avanzado la ciencia y la tecnología, un fallo, un acto intencionado o un percance pueden provocar una emergencia relacionada con fuentes radiactivas —explica Raul dos Santos, Jefe de la División de Emergencias de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN) del Brasil—. Los miembros de los servicios de protección civil, los departamentos de bomberos, los cuerpos del orden, los servicios médicos, etc. necesitan recibir formación continua sobre cómo identificar una emergencia radiológica y aplicar medidas de protección”.
A fin de ayudar al personal actuante a desarrollar y mantener las habilidades pertinentes, el Curso de Gestión de Emergencias Radiológicas del OIEA busca fortalecer las capacidades nacionales, regionales e internacionales de respuesta a incidentes y emergencias nucleares o radiológicos, como un accidente durante el transporte de una fuente radiactiva o el uso indebido de material radiactivo.
Desde la primera edición del curso en 2015, el OIEA ha celebrado en 9 países 12 cursos de capacitación a los que han asistido cerca de 500 participantes de 80 países. Este curso exhaustivo, de dos a tres semanas de duración, abarca todos los aspectos de la preparación y respuesta para casos de emergencia (PRCE).
El objetivo del OIEA al diseñar este curso era proporcionar a los participantes conocimientos amplios sobre los principios básicos de la preparación y respuesta para casos de emergencia nuclear o radiológica, tomando como punto de partida las normas de seguridad y las orientaciones técnicas conexas del OIEA. El Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias del OIEA es el centro de coordinación a escala mundial para la preparación y respuesta para casos de incidentes y emergencias nucleares y radiológicos, independientemente de su causa, ya sea un accidente o un acto doloso.
“Durante el curso, los participantes analizan cómo abordar los principales aspectos de la PRCE a nivel nacional y local, un aprendizaje que luego se llevan a sus países y aplican en sus respectivas funciones como reguladores, explotadores, trabajadores municipales o personal de respuesta a emergencias, como los bomberos o los funcionarios encargados de velar por el cumplimiento de la ley —dice Svetlana Nestoroska Madjunarova, Coordinadora de Preparación para Emergencias del OIEA—. El curso tiene como objetivo apoyar a los Estados Miembros en la creación de una bolsa de profesionales capacitados para gestionar diferentes aspectos de la PRCE conforme a lo establecido en las normas internacionales de seguridad en esa esfera”.
Los participantes completan un módulo de aprendizaje electrónico y un examen iniciales obligatorios, que se complementan con clases, ejercicios prácticos, debates sobre estudios de casos y visitas a diferentes instalaciones. El plan de estudios aborda temas como un sistema de gestión de emergencias para todo tipo de riesgos, la protección del público y de los trabajadores de emergencias, la información al público, y la monitorización y mitigación de las consecuencias radiológicas y no radiológicas.
Enseñanzas del pasado
Los comentarios recibidos de los participantes han ayudado a introducir mejoras en el curso, como la incorporación de más estudios de casos para que el aprendizaje se basara en situaciones reales.
“La historia demuestra que las emergencias relacionadas con fuentes radiactivas pueden producirse en cualquier país del mundo, y es de suma importancia estar preparados para hacer frente a una emergencia radiológica, del tipo que sea —afirma el Sr. dos Santos—. Tenemos dos formas de aprender a actuar ante una emergencia radiológica: mediante capacitación y ejercicios o respondiendo a una emergencia real”.
Durante un curso regional de capacitación celebrado en Río de Janeiro en 2019, 36 personas procedentes de 15 países de América Latina y el Caribe participaron en un ejercicio de emergencia radiológica basado en el accidente ocurrido en Goiânia (Brasil) en 1987. El curso, organizado por la CNEN e impartido a través del programa de cooperación técnica del OIEA, se financió con cargo a la PUI.
“El uso de estudios de casos puede ayudar a concienciar a los estudiantes sobre muchos aspectos diferentes de la preparación y la respuesta. Las enseñanzas extraídas durante la respuesta a emergencias y accidentes pueden salvar vidas”, concluye el Sr. dos Santos, que fue asimismo uno de los nueve profesores de habla hispana que impartieron el curso en Río de Janeiro.
Debido a la pandemia, el curso no pudo celebrarse en 2020 y 2021. La próxima edición para la región de América Latina y el Caribe está prevista para 2022. Además, se están planificando otros cursos dirigidos a expertos de países de regiones de todo el mundo, como pequeños Estados insulares en desarrollo del Caribe y el Pacífico, así como a países de África y Europa.
Al finalizar el curso, los participantes no solo han adquirido competencia en la gestión de la PRCE, sino que también han forjado una red de colegas líderes en esta esfera. “Sabemos que estos programas de capacitación generan un espacio donde se establecen vínculos profesionales —explica la Sra. Nestoroska Madjunarova—. Se crea una comunidad, y los participantes siguen en contacto e intercambian información y experiencias una vez finalizado el curso, lo que mejorará el intercambio de conocimientos y la cooperación entre profesionales de la PRCE de distintos Estados Miembros y, por ende, contribuirá a una mayor armonización a nivel mundial”.
Iniciativa sobre los Usos Pacíficos
La Iniciativa sobre los Usos Pacíficos (PUI) del OIEA financia proyectos del Organismo que tienen por fin promover los usos pacíficos de la tecnología nuclear. Tiene su origen en la Conferencia de las Partes de 2010 encargada del Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), en la que los Estados Unidos de América propusieron recaudar en los cinco años siguientes 100 millones de dólares para las actividades del OIEA de ayuda al desarrollo.
La PUI, que constituye hoy un importante vehículo para la movilización de contribuciones extrapresupuestarias en apoyo de actividades del OIEA que carecen de financiación, incluidos proyectos de cooperación técnica, ha sido de gran utilidad para el OIEA para llevar adelante su labor relacionada con el artículo IV del TNP, dedicado a los usos pacíficos de la energía nuclear.
Hoy por hoy, la PUI cuenta también con el respaldo de 25 Estados Miembros del OIEA, la Comisión Europea y una empresa privada, y ha recibido en total más de 200 millones de euros en contribuciones (a diciembre de 2021). La iniciativa ha prestado apoyo a más de 400 proyectos en más de 150 países, en ámbitos como la seguridad alimentaria, la gestión de los recursos hídricos, la salud humana y animal, el desarrollo de la infraestructura nucleoeléctrica, y la seguridad nuclear y radiológica.
Además, las promesas multianuales de fondos para la PUI realizadas por varios Estados Miembros han ayudado al OIEA a mantener proyectos a largo plazo y a gran escala, y a responder con rapidez y flexibilidad a las emergencias y a las prioridades cambiantes y emergentes de los Estados Miembros, como la respuesta a los virus del Ébola y del Zika, catástrofes naturales y la pandemia de COVID-19.