Cada vez más países utilizan la tecnología nuclear para combatir el mayor desafío medioambiental de nuestra era: el cambio climático. La energía nucleoeléctrica, actualmente en uso en unos 30 países y en fase de estudio en otros tantos, es una fuente importante de energía limpia y de bajas emisiones de carbono. Sin duda alguna, tiene un importante papel que desempeñar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, también es necesario abordar el daño que el cambio climático ya ha causado al medio ambiente y la amenaza que supone para los medios de subsistencia de comunidades enteras.