Las centrales nucleares se encuentran entre las instalaciones más seguras del mundo desde el punto de vista tecnológico y físico. Pero pueden producirse accidentes que afecten negativamente a la población y el medio ambiente. Para reducir al mínimo esa probabilidad, el OIEA ayuda a los Estados Miembros a aplicar las normas internacionales de seguridad que refuercen la seguridad de las centrales nucleares.