El intercambio de experiencia operacional y en materia de reglamentación es fundamental para mejorar las prácticas de seguridad nuclear. Durante una mesa redonda celebrada la semana pasada en un acto para conmemorar el 10º aniversario del establecimiento del Centro Europeo de Intercambio de Información sobre la Experiencia Operacional de las Centrales Nucleares se abordaron las dificultades relacionadas con el aprendizaje a partir de la experiencia. Una nueva publicación del OIEA también destaca algunos incidentes de seguridad recientes, así como la importancia de que los explotadores extraigan enseñanzas.
El Centro de Intercambio de Información sobre la Experiencia Operacional de las Centrales Nucleares es una red regional, creada por la Comisión Europea, para fomentar y estrechar la cooperación en materia de seguridad nuclear mediante el intercambio de enseñanzas extraídas de la experiencia operacional. Los expertos del Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea, sito en Petten (Países Bajos), colaboran con autoridades reguladoras nucleares de toda la Unión Europea para examinar incidentes ocurridos en instalaciones nucleares, incluidas centrales nucleares, reactores de investigación e instalaciones del ciclo del combustible, y determinar de qué manera pueden mejorarse las prácticas de seguridad nuclear.
El OIEA cuenta con varios sistemas de notificación que han sido concebidos para mejorar el intercambio de información sobre experiencia operacional y en materia de reglamentación, entre los que cabe mencionar el Sistema Internacional de Notificación, el Sistema de Notificación y Análisis de Incidentes relacionados con el Combustible y el Sistema de Notificación de Incidentes para Reactores de Investigación. “El intercambio de experiencia operacional promueve una mejora continua de la seguridad a nivel mundial”, afirma Greg Rzentkowski, Director de la División de Seguridad de las Instalaciones Nucleares del OIEA.
“Los sistemas de notificación y evaluación, como el Centro de Intercambio de Información de la Unión Europea, ayudan a la comunidad internacional de reguladores y explotadores a extraer enseñanzas de los sucesos y los accidentes ocurridos para evitar que se repitan.” La cooperación entre el OIEA y el Centro Europeo de Intercambio de Información es un buen ejemplo de los esfuerzos complementarios del OIEA y las instituciones regionales para mejorar la seguridad nuclear, añade.
El 20 de abril de 2018, Rzentkowski presidió una mesa redonda titulada “De los datos al conocimiento colectivo”, cuyos participantes hicieron hincapié en la importancia de mejorar esos sistemas de notificación, por ejemplo evitando las duplicaciones y llevando un seguimiento de los informes. Asimismo, se insistió en la importancia para la mejora de la seguridad nuclear del intercambio de mejores prácticas y de las enseñanzas extraídas.
Además, se reconoció que deben adoptarse más medidas para mejorar el intercambio de experiencia en materia de reglamentación. “La recopilación, el análisis y el intercambio sistemáticos de experiencia en materia de reglamentación nos ayudará a unificar los enfoques de reglamentación y a seguir mejorando el proceso de supervisión reglamentaria”, señala Rzentkowski.
Mejorar la seguridad a partir de la experiencia
Una publicación del OIEA editada este mes ha llegado a la misma conclusión en lo que respecta a los explotadores de instalaciones nucleares: compartir los informes sobre incidentes y las enseñanzas extraídas es importante para la seguridad mundial. En la publicación se resume un estudio de 258 informes presentados por los Estados Miembros al Sistema Internacional de Notificación, administrado conjuntamente por el OIEA y la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE. Por conducto de este sistema, 31 países participantes presentan informes sobre sucesos inusuales considerados importantes a efectos de la seguridad.
La publicación, titulada Nuclear Power Plant Operating Experience from the IAEA/NEA International Reporting System for Operating Experience, presenta información sobre las enseñanzas extraídas de sucesos de seguridad ocurridos entre 2012 y 2014 y señala los aspectos que cabe mejorar.
“Es importante extraer enseñanzas y dar a conocer las medidas correctivas para apoyar la mejora constante de la seguridad, incluso las que guardan relación con sucesos menos importantes”, apunta Tea Bilic Zabric, la funcionaria de seguridad nuclear del OIEA encargada de la publicación.
La publicación también tiene por objeto mejorar el Sistema Internacional de Notificación, para lo cual define más claramente qué se entiende por suceso importante que debería notificarse al sistema.
“Ello permitirá que el sistema de notificación sea incluso más útil”, señala Zabric, que añade que, a veces, la presentación de los informes se demora innecesariamente debido a que estos se envían a traducir antes de presentarlos. Zabric recalca que el OIEA acepta informes en los seis idiomas de las Naciones Unidas, a saber, árabe, chino, español, francés, inglés y ruso.
La recopilación, el análisis y el intercambio sistemáticos de experiencia en materia de reglamentación nos ayudará a unificar los enfoques de reglamentación y a seguir mejorando el proceso de supervisión reglamentaria.
