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El Primer Ministro de Bélgica Alexander De Croo: "El camino hacia unas emisiones netas cero comienza aquí"

El Primer Ministro Alexander De Croo y el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, anuncian en un evento sobre energía nucleoeléctrica de la COP 28, en Dubái, la primera cumbre sobre energía nuclear del mundo, testimonio del aumento del impulso de la energía nuclear observado en la Conferencia. Fotografía: D. Calma/OIEA

Alexander De Croo, Primer Ministro de Bélgica, copresidirá con el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, la primera edición de la Cumbre sobre Energía Nuclear.

La energía nuclear atrae cada vez más el interés de numerosos países por su capacidad para reducir el consumo de combustibles fósiles y satisfacer al mismo tiempo la creciente demanda de electricidad con bajas emisiones de carbono y distribuible, lo que nos acerca más a la consecución de nuestros objetivos mundiales de cero emisiones netas. La Cumbre será la reunión de más alto nivel celebrada hasta la fecha dedicada exclusivamente al tema de la energía nuclear.

El Primer Ministro De Croo nos habla de la importancia de la Cumbre y del papel de la energía nuclear en el logro de unas emisiones netas cero.

¿Cuáles son los principales objetivos de la Cumbre sobre Energía Nuclear y cómo prevé usted que influya en las conversaciones y medidas mundiales relacionadas con la energía nuclear y las tecnologías en desarrollo?

Se trata de la primera vez que se organiza una cumbre mundial sobre energía nuclear que contará con la participación de jefes de Estado, lo cual subraya la importancia de esta reunión, que se celebrará en Bruselas el 21 de marzo de 2024. La Cumbre brindará a todos los líderes participantes la oportunidad de compartir sus puntos de vista sobre el papel que la tecnología nuclear debe desempeñar —y desempeñará los próximos años— en la consecución de los objetivos de descarbonización que nos hemos fijado colectivamente. Se trata de un fuerte mensaje político, al reconocer el papel esencial que desempeña la energía nucleoeléctrica para muchos países de todo el mundo en el camino hacia unas emisiones netas cero.

Hablar sobre algo es bueno. Aplicar soluciones es mucho mejor. Por eso hemos decidido combinar estos debates a nivel político con un simposio científico que congregará a las principales partes interesadas del sector para darles la oportunidad de mostrar sus últimas innovaciones y ayudarles a tender los puentes y establecer las alianzas que desarrollarán los proyectos del mañana.

¿Cómo ve usted la contribución de la energía nuclear a la transición mundial hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, especialmente en el contexto de la transición a unas emisiones netas cero?

Como parte de la solución. Por un lado, la guerra en Ucrania nos ha abierto los ojos en Europa sobre el hecho de que ya no podemos depender de otros para que satisfagan nuestras propias necesidades energéticas. Tenemos que recuperar el control y diversificar al máximo posible nuestras fuentes de energía. Europa ha redescubierto la realidad geopolítica de la política energética. Al mismo tiempo, tenemos que acelerar nuestra transición energética si queremos cumplir los objetivos climáticos que nos hemos fijado para 2050.

¿Por qué ahora? ¿Por qué considera que es necesaria esta Cumbre?

No hay más que ver el lugar destacado que ocupó la energía nuclear en los debates de la COP 28, celebrada en Dubái. Ahora tenemos que pasar de ideas y proyectos a la puesta en marcha. He ahí el verdadero desafío. Debemos aprovechar este impulso para crear el espacio político y económico que nos permita pasar de presentaciones en PowerPoint a proyectos en curso, tanto si hablamos de reactores modulares pequeños (SMR) como de otras soluciones innovadoras que posibiliten una carga base estable para nuestras industrias en todo el mundo.

La energía nuclear suele enfrentarse con el escepticismo de la opinión pública. ¿Qué estrategias considera cruciales para mejorar la comprensión y la aceptación públicas de la energía nucleoeléctrica como medio para hacer frente al cambio climático?

En cierto modo, ya han cambiado las cosas. No se tenía una conciencia pública tan elevada sobre la energía nuclear desde hacía muchas décadas. Incluso en países como el mío, donde se tenía previsto eliminarla por completo, se observa un cambio radical en la opinión pública a favor de la contribución de la energía nucleoeléctrica a la canasta energética. Esta tendencia también se observa en otros países. Debemos aprovechar este renovado apoyo para fomentar el mayor grado posible de transparencia y confianza de nuestra opinión pública. No podemos permitirnos restar importancia a la contribución de la energía nucleoeléctrica, pero tampoco hay que exaltarla. Tenemos que ser realistas en nuestras aspiraciones respecto del papel que desempeña la energía nuclear en la canasta energética total de los países, y dialogar sobre las oportunidades y los desafíos de forma transparente. Esta primera edición de la Cumbre sobre Energía Nuclear puede contribuir en gran medida a este objetivo.

¿Qué desafíos y oportunidades prevé usted en la adopción generalizada de la energía nuclear a escala mundial, y cómo pueden afrontarse estos desafíos?

Para mí es importante hablar de las oportunidades, que son enormes. El cambio climático es el mayor desafío del milenio, pero podemos convertirlo en un resultado positivo, creando puestos de trabajo, aumentando la calidad y la resiliencia de nuestras sociedades y ofreciendo un futuro real a la innovación y a nuestra industria. El desafío radica en consolidar nuestros esfuerzos aunando las expectativas de los ciudadanos, los políticos, nuestras industrias y todas las partes interesadas para colaborar en la aplicación de esta respuesta, en la que se integra la energía nuclear. El objetivo es hacer de esta Cumbre un evento verdaderamente mundial, y lograr que participen asociados de todo el mundo. El cambio climático no se detiene en las fronteras nacionales, y eliminar gradualmente los combustibles fósiles en una sola parte del mundo no será suficiente. Necesitamos una respuesta colectiva a escala mundial que tenga en cuenta las diferencias entre continentes y países. Celebraremos la primera edición de la Cumbre sobre Energía Nuclear, y, cuando sea un éxito, sin duda no será la última.

En su opinión, ¿cómo puede la energía nuclear mejorar la seguridad energética y fomentar el desarrollo económico, tanto a nivel nacional como mundial?

Miren lo que pudimos hacer en Bélgica. Dimos un giro a políticas que llevaban 20 años en vigor y revisamos nuestra postura de eliminar progresivamente la energía nuclear. Lo hicimos en un momento en que habíamos invertido tanto en energías renovables como nunca antes. En Bélgica aspiramos a cuadruplicar nuestra producción de energía eólica marina en el mar del Norte hasta alcanzar los 8 gigavatios (GW) para 2040 y a conectar nuestra infraestructura marina con otros países del mar del Norte mediante la construcción de la primera isla energética del mundo, que para 2040 cubrirá el consumo del 50 % de los hogares belgas. ¡No está nada mal para un país con poco más de 60 kilómetros de litoral! Pero esto debe complementarse con otras fuentes de energía bajas en carbono, como la energía nucleoeléctrica. Además de la explotación a largo plazo de los reactores Doel 4 y Tihange 3, hemos decidido invertir en innovación nuclear en el Centro de Estudios de Energía Nuclear (SCK-CEN), situado en Mol. Bélgica aspira a participar en actividades innovadoras de investigación sobre el desmantelamiento de instalaciones nucleares, las aplicaciones médicas de los radioisótopos y el desarrollo de los SMR de cuarta generación.

Dados los avances de la tecnología nuclear, incluidos los SMR, los reactores grandes y la tecnología de fusión, ¿cómo considera usted que estas innovaciones van a forjar el futuro de la energía nuclear y a contribuir a un panorama energético más sostenible?

La innovación es esencial para el futuro de cualquier sector. Para la transición a un futuro de emisiones netas cero se precisa una revisión general de nuestros sistemas energéticos. Seguiremos necesitando una importante carga base en nuestras sociedades, y la energía nuclear seguirá desempeñando un papel crucial en este sentido en muchos países, pero también necesitaremos sistemas energéticos más ágiles e inteligentes si lo que pretendemos es tener éxito. Nuestros sistemas energéticos futuros tendrán que ser resilientes y neutros en carbono, ofrecer seguridad de suministro y tener el menor costo de explotación posible. Gran parte de la innovación en el sector nuclear está abordando estos desafíos, y esto demuestra que el sector va por buen camino.

La Cumbre sobre Energía Nuclear brindará a todos los líderes participantes la oportunidad de compartir sus puntos de vista sobre el papel que la tecnología nuclear debe desempeñar —y desempeñará los próximos años— en la consecución de los objetivos de descarbonización que nos hemos fijado colectivamente.
Alexander De Croo

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