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Después de 34 años, Filipinas vuelve a tener una instalación nuclear

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Colocación de una barra de combustible en el núcleo de un conjunto subcrítico. (Fotografía: PNRI)

Después de más de tres décadas, Filipinas vuelve a operar una instalación nuclear. En 2014 se aceptó una propuesta de utilizar elementos combustibles de un reactor de investigación en régimen de parada con fines de enseñanza y capacitación, y el OIEA viene apoyando esa iniciativa mediante una serie de proyectos de cooperación técnica. En el marco del primer proyecto, que se puso en marcha en 2016, el OIEA ayudó al Instituto Filipino de Investigaciones Nucleares (PNRI) a crear capacidad con respecto al diseño de reactores, la dosimetría neutrónica y cuestiones reglamentarias relacionadas con reactores de investigación.

En 2020 lo sucedió un segundo proyecto de cooperación que está actualmente en curso y tiene por objeto seguir creando capacidad, sobre todo en relación con la ingeniería y la explotación de los reactores, la utilización de estos y el desarrollo de un programa de capacitación sobre reactores para apoyar las actividades locales de creación de capacidad. “Ahora que se está estudiando la posibilidad de incorporar la energía nucleoeléctrica a la futura canasta energética del país y existe una demanda de tecnología nuclear en diferentes sectores, es fundamental crear capacidad y desarrollar una nueva generación de científicos y de mano de obra en ese ámbito”, declara Syahril Syahril, Oficial de Administración de Programas del OIEA para Filipinas.

En una orden presidencial ejecutiva de principios de este año se resume la postura del Gobierno con respecto a la inclusión de la energía nuclear en la canasta energética de Filipinas. Filipinas construyó una central nuclear a finales de la década de 1970, pero el proyecto se detuvo en 1986 y no llegó a cargarse combustible en ella.

Revitalizar la capacidad nuclear

En junio de 2022, el PNRI cargó 44 barras de combustible nuclear en el núcleo del tanque recién construido del conjunto subcrítico con fines de capacitación, enseñanza e investigación conocido como SATER. Las barras de combustible llevaban más de 30 años almacenadas y sin usarse. La nueva instalación SATER se encuentra en el edificio del reactor de investigación de Filipinas (PRR‑1) y permanecerá en estado subcrítico, lo que significa que la reacción nuclear de fisión en cadena depende de neutrones procedentes de una fuente externa. El SATER del PRR-1 está diseñado para no alcanzar bajo ninguna condición operativa o de incidente un estado crítico, que es cuando la reacción en cadena es autosostenida, lo que lo convierte en un instrumento seguro y versátil para investigadores y estudiantes.

El reactor de investigación PRR‑1, de 1 megavatio, había alcanzado la criticidad en 1963, pero llevaba en parada prolongada desde 1988. “La activación del SATER del PRR‑1 es un hito para Filipinas, pues la instalación prestará un apoyo importante con miras a restablecer las capacidades nucleares en el país”, declara Alvie Asuncion‑Astronomo, Científica Asociada y ex Jefa de la Sección de Operaciones de Reactores Nucleares del PNRI. En los últimos dos años, el OIEA prestó asistencia al personal local de reglamentación y explotación formulando recomendaciones sobre la concesión de licencias y la puesta en marcha del SATER del PRR‑1. Expertos del OIEA e internacionales participaron en varias misiones en el emplazamiento.

Los conjuntos subcríticos, como el SATER del PRR‑1, son valiosos instrumentos educativos y de investigación. El PRR1‑SATER prestará apoyo a los programas de estudios nucleares que se han puesto en marcha recientemente en la Universidad de Filipinas en Diliman y la Universidad Mapúa. En el ámbito de la investigación, el SATER del PRR‑1 se utilizará para experimentos de física de reactores y como instalación de demostración para la irradiación neutrónica y el análisis por activación neutrónica.

“Se espera que el SATER del PRR‑1 sea un reactor de capacitación para operadores, reguladores y usuarios de reactores de investigación. También tiene por objeto ampliar la base de partes interesadas en reactores de investigación en el país —declara la Sra. Asuncion-Astronomo—. La instalación está pensada para abrir todo el campo científico de la física y la ingeniería de reactores a los filipinos y allanar el camino para que Filipinas fortalezca su nicho en el ámbito nuclear”.

Se prevé que el SATER del PRR‑1 concluya las pruebas de puesta en servicio y sea plenamente operativo de aquí a 2023.

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