Radiología intervencionista

Este tipo de radiología permite realizar un diagnóstico y tratamiento mínimamente invasivo guiado por imagen de las enfermedades en cada órgano o sistema, utilizando para ello las técnicas menos invasivas disponibles. En comparación con la cirugía tradicional, estos procedimientos provocan menos dolor, reducen el riesgo de infecciones y requieren menos tiempo de recuperación y hospitalización.

La radiología intervencionista requiere la introducción de un catéter —un tubo largo, delgado y flexible— en el cuerpo, por lo general en una arteria. El catéter combina el uso de imagenología médica con procedimientos de diagnóstico y terapéuticos. Estos procedimientos se utilizan principalmente para desobstruir vasos sanguíneos, ya sea la arteria coronaria (a fin de evitar infartos), la arteria carótida (para impedir accidentes cerebrovasculares) o las arterias renales (para curar la hipertensión secundaria).

Otras aplicaciones son:

  • la biopsia guiada por imagen, que permite tomar muestras de masa sólida sin necesidad de recurrir a procedimientos quirúrgicos más exigentes;
  • la embolización de aneurismas cerebrales para evitar hemorragias cerebrales potencialmente catastróficas; y
  • el drenaje de los abcesos purulentos que pueden producirse a consecuencia de intervenciones quirúrgicas.

La radiología intervencionista se lleva a cabo necesariamente en combinación con procedimientos de imagenología, por lo general:

  • la fluoroscopia, que genera imágenes en movimiento a partir de la absorción diferencial de rayos X de diferentes tejidos;
  • la angiografía por sustracción digital, que se sirve de la sustracción por computadora de las imágenes de fondo para mejorar la visualización del flujo sanguíneo arterial;
  • los ultrasonidos, que, si bien se basan en el mismo principio que la fluoroscopia, utilizan, en lugar de los rayos X, la reflexión diferencial de las ondas sonoras en el interior del cuerpo;
  • la tomografía computarizada, que se sirve de los rayos X para crear imágenes de sección eficaz del cuerpo; y
  • la imagenología por resonancia magnética, que proporciona los mismos resultados empleando campos magnéticos en lugar de radiación.

Desafíos para el mundo en desarrollo

En el mundo en desarrollo sigue siendo necesario superar importantes obstáculos para aplicar los procedimientos de radiología intervencionista de manera segura y efectiva. Por una parte, existen consideraciones financieras, no solo el costo de capital de la adquisición de un elemento de equipo, sino también el costo acumulativo de los artículos desechables, como catéteres, cables y agujas especiales.

Demasiado a menudo, las restricciones presupuestarias significan que las reparaciones se hacen muy costosas y requieren mucho tiempo, lo que en ocasiones provoca largas interrupciones en el servicio que, a su vez, conllevan un tiempo excesivo de inactividad del equipo. A esto hay que añadir que, a menudo, el personal no está debidamente capacitado. Estudiar cuidadosamente la asignación de recursos, la capacitación del personal y la selección de procedimientos es, no obstante, crucial para mantener la práctica segura y sostenible de la radiología intervencionista.

Una manera de ayudar a superar las restricciones financieras es efectuar un análisis minucioso de las necesidades y utilizar instrumentos y tecnologías eficaces en relación con el costo. Para superar las limitaciones prácticas y éticas de los métodos tradicionales de capacitación en las zonas del mundo menos desarrolladas, pueden introducirse programas de capacitación alternativos y duraderos que impliquen alianzas a largo plazo con instituciones extranjeras y actividades de capacitación por medio de simulación médica.

La utilización del equipo de radiología más básico y relativamente asequible ha hecho posibles procedimientos intervencionistas en zonas del mundo que todavía no tenían acceso a ellos. Los procedimientos que se realizan comúnmente en las naciones desarrolladas pueden transformarse en técnicas de bajo costo si se introducen unos cambios mínimos en términos de eficacia o seguridad. Con la asistencia de organizaciones humanitarias internacionales, una planificación cuidadosa y técnicas innovadoras, los proveedores locales de naciones empobrecidas pueden tener acceso a la capacitación y el equipo necesarios para ofrecer a los países menos desarrollados unos procedimientos mínimamente invasivos que salvan vidas y hacer importantes aportaciones médicas a la comunidad mundial.

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