Control integral del cáncer

El cáncer es un problema mundial de salud y de desarrollo que va en aumento. Los gobiernos están sometidos a una mayor presión para satisfacer las crecientes demandas de los enfermos de cáncer de un mayor número de servicios de calidad asequibles. El OIEA y una coalición de asociados internacionales trabajan para ayudar a los Estados Miembros del OIEA de ingresos medianos y bajos a hacer frente a este problema.

El control integral del cáncer hace referencia a la aplicación general de medidas éticas y que han demostrado su eficacia para combatir activamente el cáncer. Estos enfoques comprenden la prevención, la detección precoz (incluidos el diagnóstico temprano y el cribado) y el tratamiento, así como los cuidados paliativos y la rehabilitación. Otros componentes, como los registros del cáncer y la vigilancia, contribuyen a mejorar la prestación de servicios y son fundamentales para la aplicación y supervisión de programas eficaces contra el cáncer.

El control integral del cáncer tiene por objeto reducir la incidencia, la morbilidad y la mortalidad del cáncer, y mejorar la calidad de vida de los pacientes que lo padecen. Esta labor precisa la participación del sistema nacional de salud a todos los niveles para llegar a toda la población, desde las personas sanas a las muy vulnerables, pasando por los enfermos que aún no presentan síntomas. Asimismo, han de satisfacerse las necesidades de todos los grupos de riesgo, entre otras, las personas con antecedentes familiares de cáncer y las personas a las que se les ha diagnosticado cáncer, las que se han curado o las que se encuentran en el último estadio de la enfermedad.

El OIEA, por conducto de su Programa de Acción para la Terapia contra el Cáncer (PACT), colabora con la Organización Mundial de la Salud, con el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y con muchos otros asociados internacionales comprometidos con la tarea de hacer frente al desafío que supone el cáncer. Esta red de organizaciones de diversos sectores presta apoyo a los países para que amplíen el acceso a las tecnologías de salud necesarias, desarrollen aptitudes y recauden fondos para crear una amplia gama de servicios asequibles y eficaces para los enfermos de cáncer.

Una estrategia de control del cáncer bien diseñada y aplicada contribuye a reducir las disparidades entre los pacientes que pueden acceder a servicios oncológicos y los que no, y constituirá la base de una importante inversión nacional, de la que los pacientes se beneficiarán durante décadas. El compromiso de los gobiernos, junto con la colaboración y los conocimientos especializados del OIEA y sus asociados estratégicos, son fundamentales para desarrollar y poner en práctica programas eficaces de control del cáncer que salven la vida de muchos enfermos de cáncer.

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