El actual planteamiento del Japón para el reciclaje y la disposición final de la tierra y los desechos radiactivos resultantes de las actividades de descontaminación tras el accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, acaecido en 2011, es coherente con las normas de seguridad del OIEA, conforme se señala en un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) publicado hoy.
Las conclusiones, presentadas hoy por el OIEA al Ministro de Medio Ambiente del Japón, Shintaro Ito, son el resultado de un examen de la seguridad de 16 meses de duración. El OIEA, basándose en sus propias normas de seguridad, evaluó el planteamiento adoptado hasta la fecha por el Ministerio de Medio Ambiente del Japón (MOEJ) con respecto a la gestión del reciclaje y la disposición final de la tierra y los desechos radiactivos retirados. Estas normas de seguridad sirven como una referencia mundial para la protección de las personas y el medio ambiente y contribuyen a lograr un nivel de seguridad elevado y armonizado en todo el mundo.
“Somos conscientes de la enorme dimensión del desafío al que se enfrenta el Japón al ocuparse de las consecuencias del accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi, que tuvo lugar en 2011, y encomiamos al país por solicitar nuestro examen técnico e imparcial con respecto a sus planes —declara el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi—. El reciclaje y la disposición final de la tierra contribuyen además a la reconstrucción de zonas afectadas por el accidente”.
En el marco de las actividades de descontaminación llevadas a cabo en la prefectura de Fukushima se retiraron unos 13 millones de metros cúbicos de tierra y unos 300 000 metros cúbicos de ceniza procedente de la incineración de material orgánico, y se almacenaron en una instalación de almacenamiento provisional que abarca una superficie de 16 kilómetros cuadrados, desde la localidad de Okuma hasta la localidad de Futaba.
La gestión de la tierra retirada —con la que se podrían llenar 11 Tokyo Domes— se rige por una ley japonesa en virtud de la cual el Gobierno puede utilizar esa tierra con nuevos fines, tanto dentro como fuera de la prefectura de Fukushima, y la disposición final de la tierra restante tendrá lugar fuera de dicha prefectura de aquí a 2045.
El Japón tiene previsto reciclar aproximadamente el 75 % de la tierra retirada —la que tiene bajos niveles de radiactividad—, destinándola, si se demuestra que es segura, a estructuras de ingeniería civil, como terraplenes para carreteras, vías ferroviarias, rompeolas, emplazamientos de tratamiento de desechos, protección costera, terrenos agrícolas y bonificación de tierras. Con la tierra restante que no pueda reciclarse se procederá a la disposición final de forma permanente, y el Japón tiene previsto confirmar la selección del emplazamiento y el proceso de disposición final en 2025.
“En el OIEA confiamos en que, mientras el Ministerio de Medio Ambiente (MOEJ) sigue estudiando soluciones acordes con nuestras recomendaciones, su estrategia para el reciclaje y la disposición final de la tierra y los desechos retirados, que se encuentra en evolución, se mantendrá coherente con las normas de seguridad del OIEA”, señala el Director General Grossi.
En respuesta a la solicitud de examen de la seguridad presentada por el Japón en octubre de 2022, un grupo del OIEA —compuesto por 5 funcionarios del OIEA y 6 expertos internacionales de Alemania, Bélgica, los Estados Unidos, el Japón y el Reino Unido— llevó a cabo tres misiones de expertos internacionales: en mayo de 2023, octubre de 2023 y febrero de 2024. En el marco del examen del OIEA se prestó asesoramiento y apoyo al Japón desde un punto de vista tanto técnico —incluidos aspectos de seguridad— como social.
El grupo de expertos reconoció los numerosos desafíos técnicos y sociales a los que se enfrenta el MOEJ si, de aquí a 2045, va a llevar a cabo de manera gestionada el reciclaje de la tierra retirada y la disposición final en condiciones seguras fuera de la prefectura de Fukushima.
“El OIEA concluyó que el enfoque proactivo del MOEJ con respecto a la gestión de la tierra y los desechos retirados resultantes de las actividades de descontaminación refleja el compromiso de garantizar la seguridad, proteger la salud pública y promover la sostenibilidad medioambiental en la prefectura de Fukushima y allende sus fronteras —afirma el Director General Grossi—. El OIEA se compromete a colaborar con el Japón en el reciclaje y la disposición final de los desechos y la tierra retirados, de manera gestionada, llevando a cabo futuras evaluaciones de seguimiento del enfoque del MOEJ”.