En Azerbaiyán, en el marco de un proyecto que cuenta con el apoyo del OIEA en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), investigadores y agricultores utilizan prácticas de agricultura climáticamente inteligente basadas en técnicas nucleares y otras técnicas conexas que les han permitido duplicar con creces el rendimiento de su producción de algodón. Gracias al uso de una nueva variedad llamada “algodón súper”, en combinación con prácticas de agricultura climáticamente inteligente cuidadosamente aplicadas, que permiten ver cómo se puede aumentar la productividad agrícola de manera sostenible, el proyecto piloto ha visto aumentar el rendimiento pasando del promedio del país de tres toneladas por hectárea a ocho toneladas por hectárea.
El proyecto piloto es parte de un proyecto de cooperación técnica del OIEA puesto en práctica en 2021 y se centró en el desarrollo de pautas de agricultura climáticamente inteligente para la producción de algodón, la capacitación de los investigadores y agricultores progresistas de Azerbaiyán en materia de prácticas de agricultura climáticamente inteligente, y el diseño de ensayos experimentales en las explotaciones agrícolas. Mediante otro proyecto, lanzado en 2022 y centrado en el fortalecimiento de las prácticas óptimas en materia de prácticas agrícolas relativas a la gestión del suelo, los nutrientes y el agua para la producción de algodón, se procura ayudar a mejorar la productividad del algodón, dada la particular vulnerabilidad de los suelos de Azerbaiyán al cambio climático y la degradación del suelo. La temperatura anual promedio del país ha subido 0,4 ºC desde 1991; a esto se agrega la disminución de las precipitaciones y fenómenos meteorológicos como inundaciones, sequías y olas de calor cada vez más frecuentes.
“A grandes rasgos, el 60 % de la mejora en la productividad de los cultivos se debe al aprovechamiento de la aplicación estratégica de nutrientes en el suelo y de la gestión del agua, —dice Mohammad Zaman, científico especializado en suelos del Centro Conjunto FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura y Oficial Técnico del proyecto—. Se trata de aplicar la cantidad indicada, de la manera correcta, en la etapa del crecimiento adecuada”.
Las prácticas de la agricultura climáticamente inteligente implican el uso de técnicas isotópicas para obtener información esencial acerca de cómo optimizar el uso de los fertilizantes y aumentar la eficiencia de la producción agrícola sin degradar la salud del suelo.
“Cuando comenzamos, los suelos de Azerbaiyán estaban sumamente degradados y la fertilidad era muy baja, por lo que el suelo no tenía la capacidad de proporcionar todos los nutrientes esenciales que requiere el cultivo de algodón”, explica el Sr. Zaman. Para hacer frente a esta situación, los expertos del OIEA desarrollaron un paquete completo de técnicas agrícolas nucleares y conexas, que van desde la preparación del suelo y la selección de las mejores variedades de algodón hasta la aplicación de nutrientes y sistemas de riego a los campos de algodón y garantizar el control de malezas, plagas y enfermedades.
“El desarrollo de prácticas mejoradas de gestión del suelo, los nutrientes y el agua, sumado al uso de la variedad de ‘algodón súper’, nos ha llevado a aumentar la productividad y la calidad de nuestro algodón, así como las ganancias”, explica Sakhavat Mammadov, agricultor azerbaiyano que participó en el proyecto piloto y que utiliza las prácticas de la agricultura climáticamente inteligente en su explotación agrícola desde hace dos años.
Applying improved soil, nutrient and water management practices along with using 'cotton super' variety has led us to increase our cotton productivity, quality and profit