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La producción de jengibre en Jamaica resurge gracias a las técnicas nucleares

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JAM5013 - Improving Crops by Using Experimental Mutagenesis and Diagnostic Technologies

Cepas mutantes de jengibre irradiado en proceso de desarrollo y observación en una sala de cultivo renovada con el apoyo del OIEA y la FAO. (Fotografía: Consejo de Investigación Científica de Jamaica)

Jamaica, antaño principal productor mundial de jengibre, ya no lo es, y las enfermedades que afectan a los cultivos de esta planta asuelan el país. La producción de jengibre en la isla caribeña ha ido reduciéndose a un ritmo constante durante los últimos 20 años, lo que ha afectado a los ingresos y los medios de subsistencia de los agricultores.  

“Algunos agricultores pierden más de la mitad de sus cosechas a causa de enfermedades que afectan a grandes extensiones de tierras en las que se ha plantado jengibre”, señala Ruth Simpson, consultora especializada en agricultura del Environmental Health Fund Project, una organización nacional de apoyo al medio ambiente en Jamaica.

El OIEA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), presta asistencia a Jamaica desarrollando nuevas variedades de jengibre tolerantes a enfermedades prevalentes. Aunque el OIEA y la FAO han brindado apoyo a expertos de todo el mundo para mejorar más de dos docenas de cosechas distintas, es la primera vez que las técnicas nucleares se emplean con el jengibre. Estas técnicas permiten desarrollar variedades de alta calidad gracias a las cuales los agricultores pueden obtener mayores ingresos, tanto a escala local como en sus exportaciones en el mercado internacional.

La pudrición del rizoma y unas cosechas cada vez más pobres

La principal enfermedad que afecta a la producción de jengibre en Jamaica es la pudrición del rizoma del jengibre (GRR), que acaba con la planta infectada. Esta enfermedad, causada por hongos, bacterias y gusanos, pudre el interior de la planta y hace que sus hojas adquieran un tono amarillento, se marchiten y mueran. De resultas de la prevalencia de la GRR, en las principales zonas de producción de jengibre de Jamaica se pierde más del 60 % de las cosechas.

“La pudrición del rizoma se propaga sin intervención por las semillas de la cosecha anterior que, pese a parecer normales y en buen estado, están infectadas”, afirma Ryan Francis, Líder de Grupo del Departamento de Biotecnología del Consejo de Investigación Científica, sito en Kingston, la capital del país. “También puede propagarse por el suelo, el agua de riego o el agua de lluvia que salpica a las plantas cercanas.” La pudrición del rizoma puede sobrevivir en el suelo durante largos períodos de tiempo y transmitirse fácilmente de un lugar a otro, añade el Sr. Francis.

Expertos del Centro Conjunto FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura han estado trabajando con científicos del Consejo de Investigación Científica en el desarrollo de variedades de jengibre de alta calidad tolerantes a la GRR. Hasta la fecha, se han obtenido más de 120 cepas de plántulas de jengibre —es decir, plantas jóvenes o de pequeño tamaño— que se están cribando para mejorar sus rasgos. Las nuevas variedades de jengibre desarrolladas a partir de material vegetal irradiado en cultivos de tejidos han mostrado unos elevados niveles de tolerancia a la enfermedad de acuerdo con un protocolo de laboratorio para el cribado que se aplicó siguiendo las orientaciones técnicas facilitadas por el Centro Conjunto FAO/OIEA.

Estas cepas mutantes tolerantes se someterán a evaluaciones adicionales en condiciones reales (véase el apartado ¿Qué es el fitomejoramiento por inducción de mutaciones?). La regeneración de plantas mediante el cultivo de tejidos y la irradiación se llevó a cabo en el Centro Conjunto FAO/OIEA, y en ella participó el Sr. Francis, que al mismo tiempo recibió capacitación en esta técnica. El uso de la radiación calibrada para inducir mutaciones, combinada con el cultivo de tejidos, ha demostrado ser una manera eficaz de mejorar cultivos vegetales como el jengibre. Las nuevas variedades mutantes mejoradas de jengibre deberían estar disponibles dentro de tres o cuatro años, mucho antes de lo que sucede con otros métodos de fitomejoramiento, que suelen necesitar el doble o el triple de tiempo para ofrecer nuevas variedades.

“Este proyecto aumentará la disponibilidad de jengibre de alta calidad en Jamaica, lo que colmará las expectativas de nuestros agricultores y permitirá estabilizar la producción de jengibre para el consumo local y la exportación”, declara Shishca Higgins, bióloga molecular del Consejo de Investigación Científica.

Mejora a largo plazo de los cultivos

Por medio de su programa de cooperación técnica, el OIEA ha promovido iniciativas como talleres nacionales de capacitación, becas internacionales y misiones de expertos centradas en la fitopatología y los métodos para el mejoramiento de los cultivos, gracias a lo cual se han podido desarrollar protocolos de cribado que permiten determinar y seleccionar variedades de jengibre mejoradas en Jamaica. Se han renovado distintas instalaciones, como invernaderos protegidos por mosquiteras de malla y laboratorios para la realización de cultivos de tejidos, a fin de contribuir al desarrollo y la selección de nuevas variedades de jengibre tolerantes a la GRR.

“Las aplicaciones nucleares pueden ser de utilidad para desarrollar nuevas variedades de jengibre que ya sean tolerantes a los patógenos durante el crecimiento del cultivo”, afirma Isaac Kofi Bimpong, fitotécnico y genetista del Centro Conjunto FAO/OIEA. “Este enfoque debería servir para producir jengibre de alta calidad y un rendimiento notable que mitigue las elevadas pérdidas económicas que están sufriendo actualmente los agricultores locales.”

Plántulas de jengibre irradiado en un umbráculo durante la temporada de cultivo de 2019. (Fotografía: Consejo de Investigación Científica de Jamaica)

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