Tras una serie de reuniones de alto nivel celebradas esta semana en Nueva York, el Director General, Rafael Mariano Grossi, habló hoy sobre el gran apoyo internacional que está recibiendo una propuesta del OIEA para establecer una zona de protección de la seguridad nuclear tecnológica y física alrededor de la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania, y añadió que ya se han iniciado conversaciones detalladas con Ucrania y Rusia para llegar a un acuerdo al respecto y ponerlo en práctica lo antes posible.
Como muestra del gran impulso que está cobrando el establecimiento de dicha zona para proteger la central nuclear más grande de Europa, el Presidente francés, Emmanuel Macron, organizó ayer en Nueva York un evento para hablar sobre la seguridad tecnológica y la seguridad física de las instalaciones nucleares civiles en conflictos armados, al que también asistieron el Primer Ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y ministros de relaciones exteriores y altos funcionarios de varios otros países.
Tras la reunión, que presidieron el Sr. Macron y el Sr. Grossi, nueve países hicieron pública una declaración a favor de la Misión de Asistencia y Apoyo del OIEA a Zaporiyia (ISAMZ) llevada a cabo este mes y en apoyo de los esfuerzos del Organismo por seguir manteniendo su presencia en ese lugar. En la declaración también se expresó satisfacción por la labor del Director General para dar seguimiento a su misión a la central del 1 de septiembre, así como por las propuestas formuladas en un informe que el Sr. Grossi publicó poco después, entre las que se incluye la recomendación de establecer una zona de protección de la seguridad nuclear tecnológica y física alrededor de la central.
Hicieron pública la declaración altos representantes de los siguientes países: Alemania, Canadá, República de Corea, Estados Unidos de América, Francia, Italia, Reino Unido, Suiza y Ucrania, y el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
En la declaración subrayaron también la importancia de los siete pilares indispensables para garantizar la seguridad nuclear tecnológica y física, expuestos por el Director General al comienzo del conflicto en Ucrania.
Tras agradecer su gran apoyo, el Director General afirmó que se debe establecer con urgencia una zona de protección de la seguridad nuclear tecnológica y física alrededor de la central nuclear de Zaporiyia, que está tomada por fuerzas rusas pero es operada por el personal ucraniano de la central. El Director General encabezó un grupo del OIEA compuesto por expertos en seguridad tecnológica, seguridad física y salvaguardias que visitó la central hace tres semanas. Dos miembros de la ISAMZ permanecen allí, proporcionando observaciones y evaluaciones técnicas independientes y ayudando a estabilizar la situación.
Esta semana, como nueva muestra de la necesidad de que se establezca dicha zona, se han vuelto a producir bombardeos en el emplazamiento de la central nuclear de Zaporiyia que han dañado el cableado eléctrico y han obligado a utilizar temporalmente generadores diésel de emergencia para una de las seis unidades del reactor.
“Estoy sumamente agradecido por la iniciativa del Presidente Macron de celebrar este importante evento en paralelo a la Asamblea General de las Naciones Unidas, y me alienta mucho el amplio apoyo que ha recibido la propuesta del OIEA. Cada vez estoy más seguro de que la zona de protección de la seguridad tecnológica y la seguridad física será una realidad muy pronto. Urge establecerla y no escatimaré esfuerzos para conseguirlo”, dijo.
Durante su estancia en Nueva York, el Director General también se reunió por separado con el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y con el Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en el marco de conversaciones con todas las partes para llegar pronto a un acuerdo sobre el establecimiento de la zona.
El Director General propuso por primera vez la creación de una zona de ese tipo en un informe publicado unos días después de su misión a la central nuclear de Zaporiyia, en el que se explicaba que los bombardeos de las últimas semanas constituían una “amenaza constante para la seguridad nuclear tecnológica y física, cuyo posible impacto en funciones críticas de seguridad podría tener consecuencias radiológicas sumamente trascendentales para la seguridad”. En el informe, recomendó "poner fin inmediatamente a los bombardeos en el emplazamiento y sus inmediaciones a fin de evitar más daños para la central y las instalaciones conexas”. Para ello, es preciso que “todas la partes pertinentes acuerden establecer una zona de protección de la seguridad nuclear tecnológica y física en torno a la central nuclear de Zaporiyia”.
