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El Sr. Grossi, Director General del OIEA, hace un llamamiento ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a establecer una zona de protección de la seguridad nuclear tecnológica y física en la central nuclear de Zaporiyia

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Discurso por videoconferencia del Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 6 de septiembre de 2022. (Fotografía: OIEA).

El Director General, Rafael Mariano Grossi, declaró ayer ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que es necesario establecer urgentemente una zona de protección de la seguridad nuclear tecnológica y física en la central nuclear de Zaporiyia (Ucrania) para que no corra peligro la integridad física de la central. Esta lleva controlada por fuerzas rusas desde marzo, si bien está operada por su personal ucraniano.

En una sesión sobre las amenazas a la paz y la seguridad internacionales, el Sr. Grossi expuso las conclusiones y recomendaciones de la Misión de Asistencia y Apoyo del OIEA a Zaporiyia (ISAMZ), publicadas el martes en el segundo informe resumido sobre la seguridad tecnológica nuclear, la seguridad física nuclear y las salvaguardias en Ucrania (en inglés).

El Sr. Grossi, que destacó la necesidad de establecer una zona de protección, lo cual incluiría poner fin a los bombardeos alrededor de la central, explicó que el primer pilar importante de la seguridad en cualquier instalación nuclear es que no se viole su integridad física. El Director General dijo que, lamentablemente, “eso ha ocurrido y sigue ocurriendo” y añadió que “estamos jugando con fuego y podría acontecer una verdadera catástrofe”.

El Sr. Grossi informó al Consejo de Seguridad de que, por conducto de la ISAMZ, el OIEA ahora contaba con una presencia continuada en la central nuclear de Zaporiyia y el personal sobre el terreno que estaba en la central proporcionaba información de primera mano, neutral, imparcial y técnica sobre el estado del emplazamiento. Señalando el valor de la presencia continuada del Organismo en la central, el Director General indicó que, gracias a ella, el OIEA y, por conducto de este, las Naciones Unidas y la comunidad internacional tenían la capacidad de disponer de una evaluación directa e inmediata de la situación sobre el terreno a medida que esta fuera evolucionando. 

El Sr. Grossi afirmó que “se trata de un hecho sin precedentes”, y añadió que históricamente los inspectores del OIEA entraban en acción después de los hechos para remediar algo que ya había ocurrido. Asimismo, dijo que “en este caso tenemos el imperativo histórico y ético de impedir que algo suceda”.

El Director General agregó lo siguiente: “Podemos acordar un mecanismo de protección muy sencillo, pero increíblemente necesario, para impedir lo que está ocurriendo en este preciso momento: que se bombardee una central nuclear. Aprovechemos esta oportunidad tan fundamental para la paz, para la seguridad y para proteger a la población de Ucrania y de otros lugares”.

Podemos acordar un mecanismo de protección muy sencillo, pero increíblemente necesario, para impedir lo que está ocurriendo en este preciso momento: que se bombardee una central nuclear. Aprovechemos esta oportunidad tan fundamental para la paz, para la seguridad y para proteger a la población de Ucrania y de otros lugares.
Rafael Mariano ​Grossi, Director General del OIEA

Recomendaciones para restablecer los pilares de la seguridad nuclear tecnológica y física

El Sr. Grossi destacó que deben mantenerse los siete pilares indispensables para garantizar la seguridad nuclear tecnológica y física en la central nuclear de Zaporiyia y detalló las recomendaciones del OIEA para hacer frente a las violaciones de esos pilares.

El Sr. Grossi explicó que la ISAMZ había observado que los operadores de la central realizaban tareas importantes relacionadas con la seguridad tecnológica y física en circunstancias muy difíciles, debido a la presencia en el emplazamiento de equipo y vehículos militares. El segundo pilar establece que todos los sistemas y equipos de seguridad tecnológica y física deben permanecer en pleno funcionamiento, por lo que el Director General recomendó que se retiraran los vehículos y equipos militares del emplazamiento para que no interfirieran en el funcionamiento normal de los sistemas de seguridad nuclear tecnológica y física.

Respecto al tercer pilar, según el cual el personal de operación tiene que poder desempeñar sus funciones en materia de seguridad tecnológica y física sin presiones indebidas, el Sr. Grossi dijo que se trata de algo a lo que se ha tenido que hacer frente una y otra vez durante esta crisis y especialmente desde que la central nuclear fue ocupada, el pasado mes de marzo.  El Director General recomendó que se permitiera al operador retomar sus jerarquías y líneas de responsabilidades claras y rutinarias, y que se restableciera un entorno de trabajo adecuado para el personal, incluido el apoyo familiar.

El Sr. Grossi destacó la importancia crucial del cuarto pilar, que establece que se debe garantizar el suministro eléctrico desde el exterior del emplazamiento a partir de la red, y afirmó lo siguiente: “Una central nuclear que no tenga suministro eléctrico desde el exterior puede perder funcionalidades esenciales, como la de refrigeración de los reactores y del combustible gastado. Si no se garantiza ese suministro, podríamos tener un accidente nuclear muy grave”. El Director General recomendó que se restableciera y estuviera disponible en todo momento la redundancia de la línea de suministro eléctrico desde el exterior y dijo que, para que eso fuera posible, “se debe poner fin de inmediato a todas las actividades militares que puedan afectar a los sistemas de suministro eléctrico”.

Respecto al quinto pilar, según el cual debe haber cadenas y transporte ininterrumpidos de suministro logístico hacia los emplazamientos y desde ellos, el Sr. Grossi explicó que la central nuclear de Zaporiyia es “un emplazamiento industrial de gran tamaño que requiere la circulación constante de piezas de repuesto y equipo de otro tipo, situación que, por supuesto, se ha visto interrumpida de forma anómala en la actualidad”. El Director General recomendó que todas las partes se comprometieran y contribuyeran a garantizar unas cadenas de suministro eficaces y destacó que los programas de asistencia y apoyo del OIEA podían ayudar a restablecer la circulación de suministros.

El sexto pilar se refiere al funcionamiento de los sistemas de monitorización radiológica. El Sr. Grossi recomendó que se siguiera garantizando esa funcionalidad en el emplazamiento, en particular mediante actividades de capacitación y ejercicios que, según dijo, el OIEA puede ayudar a garantizar.

Por último, el Sr. Grossi destacó que el séptimo pilar establece que debe haber una comunicación continua y fiable con el regulador y con otras entidades. “Hemos sido testigos de la interrupción de esas líneas de comunicación en repetidas ocasiones”, afirmó. El Director General recomendó que se garantizaran en todo momento vías y canales de comunicación fiables y redundantes.

El Sr. Grossi dio las gracias al Secretario General de las Naciones Unidas por apoyar la misión ISAMZ para ayudar a estabilizar la situación de la seguridad nuclear tecnológica y física en la central nuclear de Zaporiyia.

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