El combustible nuclear gastado es altamente radiactivo y puede ser objetivo de robos o actos de sabotaje al ser transportado. Por tanto, para llevarlo de una instalación a otra es necesario planificar cuidadosamente el traslado y aplicar numerosas medidas de seguridad tecnológica y física.
En el Reino Unido, que cuenta con 15 reactores nucleares de potencia, varias empresas especializadas llevan décadas transportando combustible gastado en condiciones de seguridad tecnológica y física —tanto dentro del territorio nacional como desde otros países—, una actividad que les ha llevado a recorrer más de 19 millones de kilómetros. Los agentes de la industria han señalado que, para el éxito de estas empresas, ha sido clave disponer de un marco regulador sólido y la existencia de una comunicación eficaz entre las partes interesadas.
En el Reino Unido, las expediciones de combustible gastado son frecuentes: casi todas las semanas se efectúa al menos una desde algún rincón del país. La mayoría del combustible gastado de los reactores de potencia se sigue transportando todavía hoy a la instalación de Sellafield, ubicada en Cumbria (Inglaterra). Los servicios de transporte del combustible gastado dependen en gran medida de Direct Rail Services, que lleva trasladando materiales nucleares desde 1995 sin que se hayan producido accidentes que hayan entrañado emisiones de radiación.
“Disponemos de las capacidades y de la infraestructura para transportar de manera tecnológica y físicamente segura el combustible gastado y, lo que es más importante, acumulamos décadas de experiencia”, dice John Mulkern, Secretario General del Instituto Mundial de Transporte Nuclear (WNTI), una organización en red que representa los intereses colectivos del sector del transporte de materiales nucleares. “Esta experiencia es especialmente valiosa para los países que inician programas nucleoeléctricos y, por tanto, tratan de desarrollar los sistemas de transporte necesarios”.
Las actividades de transporte deben seguir, ajustándose a los requisitos existentes, y tenemos que comunicar adecuadamente nuestra labor y las razones que la hacen segura.