El OIEA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entregó equipo a Bolivia para ayudar a los científicos locales a estudiar de qué manera los humedales situados a gran altitud pueden regular el nivel del agua a medida que desaparecen los glaciares. El equipo, una sonda de neutrones de rayos cósmicos que mide la humedad del suelo en toda una zona, se instaló a unos 4500 metros de altitud, cerca de las nieves perpetuas de la montaña Huayna Potosí, de 6088 metros de altura, en la cordillera Real. El dispositivo ayudará a los científicos, que recibieron capacitación para aprender a utilizarlo, a predecir la probabilidad y la magnitud de las sequías y, a su vez, permitirá a los responsables de la toma de decisiones elaborar estrategias de adaptación a los efectos del cambio climático para los ecosistemas de montaña.
Desde 1980, la cordillera Real ha perdido más de un tercio de la capa de hielo que la cubre debido al cambio climático, lo que ha repercutido, en ocasiones gravemente, en el suministro de agua para millones de bolivianos. En efecto, sin los glaciares, los embalses al pie de las montañas no se recargan periódicamente. El glaciar del Huayna Potosí pierde dos metros de espesor y retrocede 20 metros cada año, y se prevé que desaparezca en 60 años. Este glaciar alimenta la represa Tuni, que abastece de agua a El Alto, una ciudad de un millón de habitantes. Para mitigar las frecuentes sequías graves y adaptarse a sus efectos, se necesitan sistemas de alerta temprana. Ahí es donde entran en juego las técnicas nucleares.
“Los humedales pueden regular la disminución del suministro de agua resultante del retroceso de los glaciares, pero sigue sin estar clara su función en un clima cambiante —señala Edson Ramírez, glaciólogo de la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia) y coordinador de los estudios FAO/OIEA en los Andes—. La sonda de neutrones de rayos cósmicos puede ayudar a determinar la cantidad de humedad, es decir, si hay menos agua en los humedales, lo que puede afectar a su disponibilidad para los usuarios de zonas situadas más abajo en la montaña”.