Los inspectores del OIEA que trabajan en la Sede del Organismo en Viena (Austria) recogen muestras con partículas de polvo en instalaciones nucleares y otros lugares mediante un proceso denominado muestreo ambiental. Esas muestras, que se toman con gasas de algodón, permiten analizar trazas de materiales nucleares que pueden revelar información sobre las actividades realizadas en una instalación nuclear en el presente y en el pasado, y verificar si un Estado está respetando su compromiso jurídico de no desviar el material nuclear de las actividades con fines pacíficos y no participar en actividades nucleares no declaradas.
El OIEA emplea un conjunto de medidas técnicas, o salvaguardias, para verificar que los Estados cumplen esas obligaciones jurídicas internacionales. Gracias a esta labor de verificación independiente, el OIEA desempeña una función indispensable para evitar la propagación de las armas nucleares.