Los déficits de lluvia a lo largo del Corredor Seco Centroamericano representan un desafío para la región, que ha estado luchando contra las sequías causadas por el cambio climático durante al menos 20 años. Las técnicas nucleares están ayudando a los hidrólogos en América Central a proteger sus recursos de agua subterránea y desarrollar resiliencia contra los efectos del cambio climático.