El cáncer acaba con la vida de demasiadas personas, especialmente en los países en desarrollo. Nuestra nueva iniciativa, Rayos de Esperanza, se propone cambiar esta situación apoyando la creación y ampliación de servicios de radioterapia, imagenología médica y medicina nuclear, y centrándose en los más de 20 Estados Miembros del OIEA que carecen por completo de instalaciones para el tratamiento con radiación y en los que las tienen y deben ampliarlas.
Con más de 19 millones de casos nuevos y 10 millones de muertes solo en 2020, se prevé que para 2040 la carga mundial del cáncer alcanzará 30 millones de casos nuevos y 16,3 millones de defunciones anuales por esa afección. Los países más afectados por esa enfermedad son los de ingresos medianos y bajos, donde se prevé que se producirá más del 70 % de las muertes por cáncer.
África, donde el cáncer mata a más personas que el paludismo y la tuberculosis juntas, soporta una parte desproporcionada de la carga. Los casos de cáncer se incrementarán con el crecimiento demográfico en el continente y el aumento de la esperanza de vida a raíz de los avances económicos. Por eso, con motivo del Día Mundial del Cáncer de este año puse en marcha la iniciativa Rayos de Esperanza en la Unión Africana y por eso los primeros que participan en ella son países africanos.
Se calcula que la mitad de los enfermos de cáncer necesitan radioterapia en algún momento y que esa proporción es mucho más elevada en los países con menos capacidad de diagnóstico, en los que a menudo el cáncer se detecta recién en las fases más avanzadas. Trágicamente, más de la mitad de la población de los países de ingresos medianos y bajos, que incluye un 70 % de países africanos, no tiene acceso a la radioterapia, una situación que se agrava en los países que carecen por completo de instalaciones y personal capacitado en ese tipo de tratamiento. Esta carga desigual es inaceptable, por lo que debe darse prioridad a remediar el desequilibrio en cuanto a la atención oncológica en África.
Durante seis décadas, el OIEA ha sido un agente clave en la lucha contra el cáncer. Prestamos servicios de apoyo a los Estados Miembros para garantizar la calidad del tratamiento oncológico y mejorar los programas nacionales de control del cáncer. El OIEA es un nexo de conocimiento para la radioterapia, la medicina nuclear y el diagnóstico por imágenes, y ayuda a nivel mundial a facilitar la capacitación del personal sanitario especializado en cáncer. Reunimos a expertos en cáncer para acelerar la innovación en soluciones oncológicas y ayudamos a los países a acceder a equipos que son fundamentales para el diagnóstico y tratamiento de esa enfermedad.
Pero para hacer frente a la creciente carga mundial de cáncer, la comunidad internacional y nosotros tenemos que redoblar nuestros esfuerzos. Para 2040, se prevé una duplicación de los casos de cáncer anuales en África y un aumento de casi un tercio en las tasas de mortalidad con respecto al promedio mundial.
Mediante Rayos de Esperanza se reforzarán los programas nacionales de control del cáncer y se establecerán los primeros centros de radioterapia en países que carecen de estos conocimientos y tecnologías que salvan vidas. Nuestra iniciativa ayudará a desarrollar y ampliar la infraestructura y la capacidad, y apoyará la innovación y el desarrollo de soluciones sostenibles contra el cáncer. Por último, Rayos de Esperanza fortalecerá la colaboración internacional y permitirá a los países en desarrollo respaldarse mutuamente mediante la creación de "centros de referencia" regionales de conocimientos especializados.
Hoy en día, millones de personas afectadas por el cáncer viven sin ninguna esperanza de recibir tratamiento. Estamos decididos a cambiar esta situación con la iniciativa Rayos de Esperanza.
