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Encontrar una nueva voz para el ámbito nuclear

Sama Bilbao y León

Sama Bilbao y León es Directora General de la Asociación Nuclear Mundial, que representa a la industria nuclear a escala mundial y es responsable de promover una comprensión más amplia de la energía nuclear entre las principales partes interesadas internacionales. Tiene una vasta experiencia en diversas esferas, como la ingeniería nuclear, la seguridad nuclear, la investigación y el mundo académico. Anteriormente, fue Jefa de la División de Desarrollo de Tecnología Nuclear y Economía de la Agencia para la Energía Nuclear (AEN) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y Jefa Técnica de la Dependencia de Desarrollo de Tecnología de Reactores Avanzados Refrigerados por Agua del OIEA.

(Imagen: Vattenfall)

Pese a sus beneficios socioeconómicos y el papel que desempeña en la mitigación del cambio climático, la energía nucleoeléctrica tiene una reputación cuestionable después del accidente de Fukushima. ¿Por qué es así y qué puede hacer la industria para invertir esta situación?

La energía nuclear es la principal fuente de generación de electricidad con bajas emisiones de carbono en las economías avanzadas. En los últimos 50 años, su utilización ha evitado la emisión de más de 60 gigatoneladas de CO2, lo que equivale a casi 2 años de emisiones relacionadas con la energía a escala mundial1. Además del papel que desempeña en la mitigación del cambio climático, la energía nuclear contribuye a disponer de un aire limpio, ya que evita la emisión de partículas y otros contaminantes, y todo ello a la vez que se produce de manera fiable, previsible y eficaz en relación con el costo. Asimismo, la energía nuclear crea muchos puestos de trabajo locales, a largo plazo y de alta calidad, lo que trae aparejados considerables beneficios socioeconómicos, importantes en el contexto de la recuperación posterior a la COVID-192. Sin embargo, a pesar de todo esto, la percepción de la opinión pública sigue planteando un problema a la industria, pues las preocupaciones sobre la seguridad y los desechos nucleares eclipsan todos los demás logros.

A diferencia de lo ocurrido en el momento del accidente de Chornóbil, durante el accidente nuclear de Fukushima Daiichi la industria nuclear no escatimó datos e información. Aun así, en una época caracterizada por una cobertura mediática las 24 horas, los 365 días del año, y la proliferación de información, que permite a todo el mundo expresar su opinión en Internet, este mayor nivel de transparencia no ha logrado granjearse la confianza del público general.

La energía nuclear, así como las numerosas aplicaciones de la radiación nuclear, son sencillamente una cuestión demasiado importante para permitir que la desinformación y el miedo triunfen.
Sama Bilbao y León, Directora General, Asociación Nuclear Mundial

La confianza es difícil de ganar y fácil de perder. Se gana gracias a un prolongado esfuerzo cotidiano; no puede lograrse de manera apresurada en momentos de necesidad y se tambalea tras sucesos adversos. La industria nuclear ha adoptado diligentemente medidas significativas, por ejemplo, demostrar que se rige por unos estándares estrictos, su compromiso con la transparencia y el apoyo a las comunidades locales, a fin de mejorar la percepción que se tiene de ella.

Sin embargo, pese a estos esfuerzos, la energía nuclear se sigue viendo con recelo. Muchos aún la consideran demasiado compleja y poco natural. En este sentido, “humanizar” la industria nuclear podría contribuir en gran medida a ganar la confianza del público. Hacer visibles las numerosas caras responsables de impulsar la industria nuclear —mujeres y hombres de todas las etnias, edades, religiones y orientaciones políticas— ayudaría al público a sentirse más identificado con la energía nuclear porque las personas confían en sus semejantes.

Evidentemente, los hechos por sí mismos no son suficientes para que las personas se sientan cómodas con la energía nuclear y la radiación. Es momento de que la industria comprenda mejor las emociones y los motivos a los que responden las percepciones negativas de las personas e incorpore en la conversación el aspecto humano de la energía nuclear. Debido a la desconexión entre la realidad y la percepción de muchas personas, el sector nuclear ha resultado ser una valiosa fuente de investigación para los estudiosos del ámbito de las ciencias sociales y del comportamiento, que han producido un importante acervo de conocimientos al respecto.

Lamentablemente esta literatura no ha recibido gran atención por parte de la industria, y la mayoría de los casos en los que se ha pasado de la investigación a la práctica han sido, en gran medida, fortuitos. En la mayor parte de las actividades de formación, divulgación y comunicación sobre temas relacionados con el ámbito nuclear se aplican enfoques tradicionales y los conocimientos de psicología, sociología y ciencias del comportamiento3 no se aprovechan lo suficiente. Es hora de que la comunidad nuclear se sirva de estos conocimientos para ayudarnos a abogar eficazmente por la energía nuclear después del accidente de Fukushima.

Conforme van creciendo las diversas opciones de tecnología que ofrece la industria, necesitamos también un mensaje global coherente. Es fundamental que la industria tenga una voz clara y unificada sobre la importancia y la aplicabilidad de las distintas opciones de tecnología, tanto a pequeña como a gran escala, para garantizar que la esfera nuclear cumpla plenamente su función en la consecución de los objetivos de descarbonización y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Prolongar la vida útil de las unidades existentes será indispensable para subsanar las deficiencias energéticas mientras construimos la próxima generación de centrales. Los grandes reactores seguirán siendo la espina dorsal de muchos sistemas de energía limpia, y existen oportunidades considerables para el despliegue de reactores modulares pequeños y reactores avanzados, lo que crea nuevas oportunidades de mercado y de aplicaciones de la energía nuclear. Es importante que nosotros, como comunidad, destaquemos las ventajas de cada opción de tecnología nuclear sin menoscabar las alternativas. La Asociación Nuclear Mundial está trabajando arduamente para establecer esta retórica constructiva4 en beneficio de todo el abanico de tecnologías de las que se sirven nuestros miembros.

La energía nuclear, así como las numerosas aplicaciones de la radiación nuclear, son sencillamente una cuestión demasiado importante para permitir que la desinformación y el miedo triunfen. Aparte de las importantes contribuciones de la energía nucleoeléctrica a la descarbonización, el aire limpio y el desarrollo económico, las múltiples aplicaciones de la radiación en esferas como la medicina, la agricultura, la industria y la exploración del espacio podrían verse comprometidas si no logramos ganar la confianza del público y de los responsables de la toma de decisiones. Es imperativo que la comunidad nuclear hable al unísono y aproveche los conocimientos de las ciencias sociales y del comportamiento modernas para comunicar de manera eficaz los beneficios de la tecnología nuclear. Es nuestra responsabilidad garantizar que las generaciones futuras tengan la opción de escoger la energía nuclear si así lo desean.

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1 Nuclear Power in a Clean Energy System – Analysis - IEA

2 Building a stronger tomorrow – Nuclear power in the post-pandemic world – World Nuclear Association (world-nuclear.org)

3 Upcoming Special Issue of Nuclear Technology Journal on nuclear energy and social science

4 The need for large and small nuclear, today and tomorrow – World Nuclear Association (world-nuclear.org)

03/2021
Vol. 62-1

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