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Puestos a prueba: Chile ensaya su respuesta en redes sociales ante una emergencia radiológica simulada

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A capture of the social media simulator, adapted by the IAEA for nuclear emergency response from Chile’s CCHEN

Captura de pantalla del simulador de redes sociales, adaptado por el OIEA para realizar ejercicios de respuestas ante una emergencias radiológicas. 

Son las 9:35 de la mañana y la pantalla sigue en blanco. En cuestión de segundos, la empiezan a inundar publicaciones en redes sociales. “Robaron fuentes #radiactivas en Santiago. Grupo terrorista. Que nadie salga de casa #robofuentesradiactivas”. En cuanto sale la primera, cientos de publicaciones parecidas la siguen, apareciendo en las distintas plataformas del simulador de redes sociales: una plataforma imita a Twitter, otra a Facebook y otra a YouTube. Algunos usuarios ficticios piden respuestas, otros se dedican a difundir noticias falsas y rumores. Pronto, imágenes de material radiactivo se vuelven virales dentro del simulador. Al otro lado de la pantalla, desde Santiago, los comunicadores de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) comienzan a monitorear las olas de información.

La prueba fue diseñada por el OIEA, junto con la CCHEN, para medir la capacidad de respuesta de esta última ante una emergencia real. El escenario, basado en riesgos reales del país y robos similares que tuvieron lugar en el pasado, era simple: roban en la capital, Santiago, una camioneta que contiene material radiactivo.

Pero la reacción en los medios de comunicación, la información falsa, el pánico en las redes y algunos mensajes contradictorios de autoridades locales dificultaron el trabajo de los comunicadores. ¿El mayor desafío de la CCHEN durante el ejercicio? Responder de forma clara y coordinada a tiempo para aliviar el pánico y, posiblemente, salvar vidas: componentes clave de la comunicación de emergencias.

“Experiencias como esta, sin duda, ayudan a fortalecer nuestra capacidad de respuesta ante una posible emergencia”, dice Rommy Casanueva, oficial de información pública y encargada de las redes sociales en la Oficina Asesora de Comunicación Corporativa de la CCHEN. “Durante el ejercicio, recibimos mucha información en muy poco tiempo, por lo que fue una buena forma de experimentar lo que ocurre en una emergencia real, en la que debes ser capaz de dar una respuesta oportuna y adecuada al público”.

En Chile, la CCHEN es la institución a cargo del desarrollo de las aplicaciones de la energía nuclear con fines pacíficos y las radiaciones ionizantes. También se encarga de la seguridad nuclear y radiológica. Para cumplir este rol, explica Casanueva, la Comisión cuenta con estrictos procedimientos de comunicación de crisis ante situaciones de emergencias radiológicas y convencionales, para resguardar la seguridad de las personas y el medio ambiente.

Bajo esta misma arista, desde 2015 la CCHEN forma parte de la Comisión de Seguridad en Emergencias Radiológicas (CONSER) junto a otras 20 instituciones que constituyen el sistema de protección civil del país. El objetivo es aplicar, de manera coordinada, procedimientos y medidas a nivel nacional ante emergencias con variables que impliquen un riesgo radiológico.

Si buscas una respuesta efectiva, es necesario saber de redes sociales
Rommy Casanueva, oficial de información pública, CCHEN

Funcionarios del OIEA participan en el simulacro en que deben responder a una emergencia ficticia, durante un ejercicio en el Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias del OIEA, Viena (Austria) (Fotografía: K. Vargas/OIEA)

 

Pánico en las redes

Meses antes de este ejercicio, que tuvo lugar el 20 de octubre de 2020, oficiales de información pública del Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias del OIEA entrenaron a los funcionarios de la CCHEN para que estuvieran familiarizados con el funcionamiento del simulador de redes sociales. El simulador es una plataforma que imita a Facebook, Twitter, YouTube y otros canales. “Si buscas una respuesta efectiva, es necesario saber de redes sociales”, afirma Casanueva.

La plataforma permite a expertos en comunicación de emergencia, en cualquier parte del mundo, interactuar de manera realista con un público inventado a través de las redes sociales más conocidas durante una emergencia ficticia, ayudando así a que ensayen y evalúen sus protocolos de emergencia sin necesidad de alarmar al público, ya que el ejercicio tiene lugar en un entorno cerrado. A medida que se desarrollaba, tan solo los funcionarios en Santiago y en Viena podían ser partícipes del ejercicio chileno.

Durante las tres horas que duró el ejercicio, los participantes podían, desde un tablero, monitorear todo el contenido que iban bombardeando los cientos de usuarios inventados. Algunos se dirigían a las autoridades, otros hacían preguntas clave, como qué hacer para protegerse, y otros reclamaban que eran los ladrones. Y por si todo esto no fuera suficiente, también tenían que navegar a través de noticias de los medios chilenos, informativos de televisión que hablaban del robo y notas de prensa.

Para añadir más presión, los equipos de la CCHEN y el del OIEA tuvieron que coordinarse para publicar sus notas de prensa y calmar a la población. Estas las publicaban también dentro del simulador, en unas páginas diseñadas para imitar sus páginas web oficiales.

Si hay algo que este ejercicio demostró fue que existe una coordinación bien definida dentro del equipo de la CCHEN. Se identificó una oportunidad de mejora, que fue la posibilidad de preparar, con antelación, material genérico para las redes sociales y, tenerlo aprobado para poder publicarlo rápidamente en caso de emergencia.

Dada la importancia que representa su rol, los profesionales a cargo de emergencias están en permanente capacitación, a través de entrenamientos y simulacros que buscan entregar herramientas que permitan ofrecer respuestas precisas y oportunas al público. En esta línea, un área relevante es la Oficina Asesora de Comunicación Corporativa, encargada de la comunicación con el público y los medios. Para el equipo que la integra, resulta fundamental estar al día en cuanto a las prácticas y los conocimientos necesarios para asumir de manera satisfactoria dicha tarea.

En la preparación y respuesta para casos de emergencia, el OIEA ha definido responsabilidades y funciones específicas encomendadas por su Estatuto, la Convención Sobre la Pronta Notificación de Accidentes Nucleares (la Convención sobre Pronta Notificación), la Convención sobre Asistencia en Caso de Accidente Nuclear o Emergencia Radiológica (Convención sobre Asistencia) y las decisiones pertinentes de los órganos rectores del OIEA. Periódicamente, se realizan Ejercicios de las Convenciones (ConvEx) para fortalecer los mecanismos y la capacidad de respuesta del OIEA, así como los de las autoridades nacionales, y apoyar la aplicación de estas Convenciones.

Comunicadores de la CCHEN participaron en simulacro de redes sociales desde Santiago (Fotografía: CCHEN).

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