Huir de los terroristas y buscar refugio en campamentos improvisados de desplazados internos es la realidad para una parte importante de la población de Nigeria. Durante estos tiempos difíciles, algunas personas encuentran en la agricultura una fuente de consuelo e ingresos. Liayatu Ayuba, una agricultora que escapó de Boko Haram, un grupo terrorista de África Occidental, vive ahora en un campamento de desplazados internos en Abuja, la capital de Nigeria. Es una de las más de 2500 personas de este campamento que, desde 2018, han recibido capacitación y equipos para instalar sistemas de riego por goteo en pequeña escala (véase la sección Base científica) para la producción de alimentos.
“Recibir capacitación sobre esta nueva tecnología agrícola y ponerla en práctica nos permite recuperar un poco de nuestra vida anterior”, dice Ayuba.
La asistencia se presta como parte de un proyecto de cooperación técnica del OIEA en el que colaboran la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Universidad Federal Oye Ekiti. Utilizando la tecnología nuclear, el OIEA ha desarrollado, junto con la FAO y en el marco de un enfoque que se conoce como agricultura climáticamente inteligente, unas técnicas que permiten cultivar alimentos utilizando muy poca agua. Esta solución ha beneficiado a agricultores de muchos países. En el campamento de Abuja, los nuevos sistemas de riego han contribuido a aumentar en un 60 % el rendimiento de cultivos como el pepino, la sandía y la okra, al tiempo que se ha reducido el uso de agua en un 45 % en comparación con otros métodos.
“El cultivo y la venta de las cosechas nos permite obtener ingresos, y estamos trabajando para mejorar la vida de muchas personas en los campamentos proporcionándoles alimentos”, afirma Ayuba. Más del 80 % de los habitantes del campamento son mujeres y niños.
La situación de Ayuba no es rara en Nigeria. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde 2014 más de 2,7 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse a otras zonas del país como consecuencia de la actividad de Boko Haram. El grupo ha utilizado formas extremas de violencia para amenazar a poblaciones de toda Nigeria, lo que ha obligado a las personas a abandonar sus hogares y sus medios de vida.
Muchas de esas personas terminan viviendo en campamentos de desplazados internos, que a menudo están superpoblados y en los que escasean los alimentos. Estos campamentos se componen de tiendas de campaña y de refugios improvisados hechos de cubiertas de plástico y de chapa, materiales que apenas ayudan a sobrellevar los efectos del sol abrasador y el calor del clima tropical.
Muchos de estos campamentos se encuentran en zonas con condiciones climáticas adversas, como precipitaciones escasas, sequías y temperaturas elevadas, lo cual dificulta el cultivo de alimentos. Esta situación se ve exacerbada, además, por los efectos del cambio climático.
Tras el éxito de los sistemas de riego por goteo en pequeña escala en Abuja, la Universidad Federal Oye Ekiti se ha asociado con una organización no gubernamental local, Akabat Ventures, para ampliar el uso de la tecnología de riego por goteo a más campamentos de todo el país, en parte gracias a la financiación del Fondo Fiscal para la Educación Terciaria, una institución nacional.
“Mediante la capacitación y el apoyo, los agricultores —en su mayoría mujeres— realmente pueden cambiar las cosas, no solo cultivando alimentos para sí mismos, sino también generando un negocio que permitirá abastecer a otros habitantes de los campamentos. Esto tiene un verdadero impacto a largo plazo en la vida de las personas”, afirma Thuloane Tsehlo, Oficial de Administración de Programas del OIEA que dirige el proyecto.