El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) publicó en el día de hoy su pronóstico anual de la energía nucleoeléctrica para los próximos decenios, en el que, por tercer año consecutivo, revisó al alza sus proyecciones de crecimiento mundial.
Tanto en su hipótesis alta como en la baja, el OIEA prevé ahora que, de aquí a 2050, habrá una cuarta parte más de capacidad de energía nuclear instalada en comparación con sus proyecciones de 2020, lo que pone de manifiesto que un número cada vez mayor de países contempla esta fuente de energía limpia y fiable para enfrentar los desafíos de seguridad energética, cambio climático y desarrollo económico.
El Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, anunció las nuevas proyecciones, que figuran en el informe anual titulado “Energy, Electricity and Nuclear Power Estimates for the Period up to 2050”, durante la inauguración de la Segunda Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático y el Papel de la Energía Nucleoeléctrica 2023: Atoms4NetZero, en Viena.
“El cambio climático es un gran impulsor, pero también lo es la seguridad del suministro de energía,” señaló el Director General Grossi al describir los motivos de la mejora de las previsiones. “Muchos países están prorrogando la vida útil de sus reactores actuales, estudiando la posibilidad de construir diseños de reactores avanzados o iniciando su construcción, y considerando los reactores modulares pequeños (SMR), incluso para aplicaciones que van más allá de la producción de electricidad.”
En la hipótesis alta del nuevo pronóstico, se prevé que la capacidad nuclear instalada de aquí a 2050 sea de más del doble de la actual, hasta 890 gigavatios eléctricos (GW(e)) en comparación con los 369 GW(e) actuales. En el caso de la proyección baja, la capacidad aumenta hasta 458 GW(e). Con respecto al pronóstico del año pasado, las hipótesis alta y baja han aumentado en un 2 % y un 14 % respectivamente.
En 2021, el OIEA revisó al alza sus proyecciones por primera vez desde el accidente de Fukushima Daiichi de 2011 en Japón. Desde el pronóstico de 2020, las proyecciones altas hasta 2050 se han incrementado en 178 GW(e), un aumento del 24 %. Por su parte, las proyecciones bajas del informe han experimentado un crecimiento aún mayor, de aproximadamente un 26 %.
En medio de un panorama energético mundial en rápida transformación, intensificado por la pandemia de COVID-19, la situación geopolítica y el conflicto militar, el aumento significativo en la previsión de capacidad subraya que cada vez son más los países que ven la energía nuclear como una fuente de energía resiliente, fiable y con bajas emisiones de carbono. El informe también pone de manifiesto la importancia de la energía nucleoeléctrica para garantizar la seguridad energética, con miras a prevenir fluctuaciones futuras en la disponibilidad y los precios.
Afrontando los desafíos del futuro
A pesar del pronóstico optimista, sigue habiendo desafíos inherentes al cambio climático, la financiación, las consideraciones económicas y las complejidades de la cadena de suministro, y esos desafíos podrían dificultar el crecimiento de la industria. A pesar de la colaboración internacional y otras medidas que hay en marcha para superar estos obstáculos, como la Iniciativa de Armonización y Normalización Nuclear (NHSI) del OIEA, destinada a facilitar el despliegue tecnológica y físicamente seguro de los SMR, en el informe se señala que aún queda mucho por hacer para lograr un entorno de inversión justo y propicio para nuevos proyectos nucleares.
“‘Energía nuclear o renovables’ es una falsa disyuntiva,” afirmó el Director General Grossi. “Esas falsas disyuntivas van en detrimento de todos, especialmente cuando se trata de lograr un entorno de inversión justo y propicio. Aún no estamos en igualdad de condiciones. Para llegar a esa situación se deben tomar decisiones desde una perspectiva tecnológicamente agnóstica basada en la ciencia, los hechos y la razón.”
Desde que se publicaron por primera vez hace más de 40 años, las proyecciones del OIEA se han ido perfeccionando constantemente con el objetivo de reflejar un contexto energético mundial en evolución. Durante el último decenio, el desarrollo de la energía nucleoeléctrica se ha mantenido dentro de los valores presentados en ediciones anteriores del informe anual.