Gestión de accidentes severos

Los sistemas de seguridad de las centrales nucleares están diseñados para mitigar una serie de condiciones de funcionamiento anormales. En el caso improbable de que ocurriese un accidente severo, los operadores de las centrales utilizan directrices elaboradas específicamente a tal fin. El OIEA dispone de un conjunto de recursos concebidos para ayudar a los explotadores a elaborar esas directrices y también ofrece capacitación a sus Estados Miembros.

Las centrales nucleares están equipadas con múltiples sistemas de seguridad capaces de hacer frente a una amplia variedad de condiciones de funcionamiento anormales. También cuentan con procedimientos operativos de emergencia bien comprobados que ayudan a los explotadores a alcanzar un estado final estable y seguro. No obstante, las circunstancias más graves pueden dañar el combustible nuclear y las estructuras de contención, dando lugar posiblemente a una emisión de radiactividad al medio ambiente. Incluso en este tipo de sucesos, las consecuencias pueden mitigarse utilizando el equipo disponible y, en algunos casos, específico, de la central.

A fin de proteger al público y el medio ambiente de las consecuencias de un accidente en una central nuclear, el explotador de la central establece un estricto programa de gestión de accidentes severos, que es objeto de examen y desarrollo constantes. El principal objetivo de las directrices empleadas en el diseño de tales programas es utilizar todo el equipo disponible en la central nuclear para que cese el daño del núcleo, se mantenga la integridad de la contención y se reduzca al mínimo la emisión de radiactividad desde el emplazamiento.

Las directrices para la gestión de accidentes severos varían naturalmente según el diseño de la central, los reglamentos locales y las características del emplazamiento. El OIEA ha desarrollado un conjunto de recursos destinados a ayudar a los explotadores a elaborar sus propias directrices y ofrece a sus Estados Miembros programas modulares de capacitación en esa esfera.

Si bien la probabilidad de tener que recurrir a los programas de gestión de accidentes severos es escasa, estos programas constituyen una parte fundamental del concepto de defensa en profundidad, que consiste en un despliegue jerárquico de distintos niveles de equipos y procedimientos con un enfoque gradual como protección contra una gran variedad de incidentes, accidentes, fallos de equipo, errores humanos y sucesos originados fuera de la central. Por lo general, los programas de gestión de accidentes severos están diseñados para:

  • evaluar genéricamente la capacidad de las centrales existentes de tolerar un accidente severo;
  • determinar los sucesos que puedan dar lugar a accidentes severos y formular estrategias de prevención y mitigación; y
  • determinar las medidas a corto y largo plazo para hacer frente a accidentes severos.

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